El Papa: la “maternidad” de Letonia se manifiesta en generar fuentes de trabajo

Continúa el viaje apostólico de Francisco a los países Bálticos. Esta mañana llegó al aeropuerto internacional de Riga, capital de Letonia. En la ceremonia de bienvenida en el palacio presidencial, el Papa dijo que los 100 años de independencia, les recuerda a la sociedad, el precio de la libertad, que tuvieron que conquistar

Patricia Ynestroza- Ciudad del Vaticano

Una libertad hecha posible gracias a las raíces que les constituyen, como le gustaba recordar a Zenta Maurina que ha inspirado a tantos de vosotros: «Mis raíces están en el cielo». Sin esa capacidad de mirar hacia arriba, de apelar a horizontes más altos que nos recuerden esa «dignidad trascendente» de la que todos los seres humanos estamos formados, la reconstrucción de vuestra nación no hubiera sido posible. Esa capacidad espiritual de mirar más allá, y que se hace concreta en pequeños y cotidianos gestos de solidaridad, compasión y auxilio mutuo, los ha sostenido y, a su vez, les ha dado la creatividad necesaria para generar nuevas dinámicas sociales frente a todos los intentos reduccionistas y de exclusión que siempre amenazan el tejido social.

Y saber que entre las raíces que  constituyen esta tierra se encuentra la Iglesia Católica, dijo el Papa, en un trabajo de plena colaboración con las otras Iglesias cristianas, lo cual es signo de cómo es posible desarrollar una comunión en las diferencias. Realidad que ocurre cuando las personas se animan a ir más allá de la superficie conflictiva y se miran en su dignidad más profunda. Así, podemos afirmar que cada vez que las personas y las comunidades aprendemos a apuntar más alto de nosotros mismos y de nuestros intereses particulares, la comprensión y el compromiso mutuo se transforman en solidaridad; la cual, entendida en su sentido más hondo y desafiante, se convierte en un modo de hacer la historia, en un ámbito donde los conflictos, las tensiones e incluso los que se podrían haber considerados opuestos en el pasado, pueden alcanzar una unidad multiforme que engendra nueva vida (cf. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 228).

Trabajar por la libertad

La celebración del centenario recuerda la importancia de seguir apostando por la libertad y la independencia de Letonia, que ciertamente son un don, pero también una tarea que implica a todos.  Francisco dijo que trabajar por la libertad es comprometerse por un desarrollo integral e integrador de las personas y de la comunidad. Si hoy se puede hacer fiesta es gracias a tantos que han abierto caminos, puertas, futuro, y les han dejado en herencia la misma responsabilidad: abrir futuro poniendo la mirada en que todo esté al servicio de la vida, generando vida. Y en este sentido, al finalizar este encuentro, iremos hacia el Monumento de la Libertad donde estarán presentes niños, jóvenes y familias.

Ellos nos recuerdan que «la maternidad» de Letonia —analogía sugerida por el lema de este viaje— encuentra eco en la capacidad de promover estrategias que sean realmente eficaces y estén más centradas en los rostros concretos de estas familias, ancianos, niños y jóvenes, que en el primado de la economía sobre la vida. La “maternidad” de Letonia, dijo el Pontífice, se manifiesta también en la capacidad de generar fuentes de trabajo para que nadie necesite desarraigarse por construir su futuro. El índice de desarrollo humano también se mide por la capacidad de crecer y multiplicarse. El desarrollo de las comunidades no se produce únicamente, y menos se mide, por la capacidad de bienes o recursos que se posean, sino por las ganas que se tenga de engendrar vida y crear futuro. Esto solo es posible en la medida que haya arraigo en el pasado, creatividad en el presente y confianza y esperanza en el mañana. Y se mide en la capacidad de entrega y de apuesta tal como las generaciones pasadas nos supieron testimoniar.

Por su parte la presidente del país, Raimonds Vejonis, recordó en su discurso que uno de los mayores desafíos en la actualidad es el culto dominante del consumismo, que es igualmente dañino para el mundo interno y externo de la persona. Esto crea un alejamiento general.  El impacto del hombre en el medio ambiente se siente cada vez más. Es una experiencia dolorosa para nosotros ver los cambios en el Mar Báltico. Estoy convencida dijo, de que los problemas de justicia social están directamente relacionados con la sostenibilidad ambiental y el cambio climático. Las respuestas a todas estas preguntas están en el corazón del ser humano. Estoy convencido de que su visita tocará muchos corazones, estimulando un cambio positivo en cada uno de nosotros y en todo el mundo.

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24 septiembre 2018, 08:40