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El Papa visitará Palermo por los 25 años de la muerte del p. Puglisi

Con motivo del 25° aniversario del asesinato del beato siciliano, el Romano Pontífice realizará una visita pastoral a Palermo

Benedetta Capelli – Ciudad del Vaticano

La Prefectura de la Casa Pontificia ha anunciado que el sábado 15 de septiembre de 2018, el Santo Padre Francisco efectuará una visita pastoral a las diócesis de Piazza Armerina y de Palermo, con motivo del 25° aniversario de la muerte del beato Pino Puglisi. Precisamente el 15 de setiembre de 1993, el padre Pino murió a causa de los disparos de dos sicarios de la mafia que querían cancelar su voz libre y poner fin a su obra de evangelización entre los chicos del barrio Brancaccio de Palermo.

Ejemplo de lucha contra la criminalidad

 

El Papa Francisco, recordando al Beato Giuseppe “Pino” Puglisi lo definió “un ejemplo a seguir” para contrarrestar la criminalidad mafiosa. El padre Giuseppe nació en Brancaccio el 15 de setiembre de 1937, hijo de un zapatero y de una modista, y fue asesinado por la mafia allí mismo el 15 de setiembre de 1993, en el día de su cumpleaños número 56. El padre Pino, como se lo llama cariñosamente, fue ordenado sacerdote en el año 1960 y en 1990 fue nombrado párroco en San Gaetano, en donde inició un arduo trabajo educativo entre los chicos, los jóvenes y las familias, suscitando la atención de la mafia. Por ese motivo fue asesinado en la puerta de su casa. En el año 2012 fue reconocido su martirio “in odium fidei”, y fue beatificado por el Papa Francisco el 25 de mayo de 2013.

Alegría de la Iglesia Siciliana

 

Gratitud y alegría son los sentimientos de la Iglesia siciliana por la noticia de la visita del Papa, que fue recibida con gran afecto en particular por el Centro de acogida “Padre Nuestro”, fundado por el Beato Puglisi en el año 1991, destinado a la recuperación de los menores, reclutas preferidos de la criminalidad organizada.

El presidente del Centro, Maurizio Artale, entrevistado por Vatican News, recuerda la figura del sacerdote:

R.- El año pasado cuando Francisco y Gaetano, los hermanos del padre Puglisi, escribieron al Santo Padre preguntándole si podía venir a Palermo, nos pareció raro el hecho de que no nos hubiese respondido. Pero habíamos dejado abierta una rendija; creíamos muchísimo que habría venido para el 25 aniversario de su martirio. Así que para nosotros es una gran alegría por dos motivos: el primero porque el Santo Padre viene a Palermo, y el segundo, porque viene a visitar el centro del padre Puglisi, en el lugar donde fue asesinado y en la casa donde ha vivido. Por lo tanto para nosotros es un momento fuerte, de emoción, pero sobre todo como personas de fe que creen en el mismo Cristo Resucitado en el que creyó el padre Puglisi. Este es un ulterior signo de que el Papa quiere dar a esta comunidad, que con certeza ha sido martirizada, pero también muy amada por Dios, porque ha traído al mártir beato Puglisi.

El Papa dijo diversas veces que él es un ejemplo a seguir en la afirmación de los valores humanos y cristianos contra quien los pisotea con la criminalidad. ¿Cómo suenan para usted estas palabras?

R. –Es sobre todo un reconocimiento del método con el que Puglisi anunciaba el Evangelio en la cotidianeidad, sin hacer acciones extraordinarias. La línea que une al Papa con el Beato Giuseppe Puglisi se ha visto desde el primer día de la aparición del Papa Francisco: estaban unidos por el sentido de la pobreza, de la humildad, del sentido de servicio, del sentido de aquella manera natural de hablar de cosas importantísimas, como Jesús, a las personas a las que a menudo no les era presentado en la manera correcta, para que el corazón de todos esté listo para acoger a Jesús. El problema es cómo es anunciado Jesús.

El padre Pino Puglisi combatió con su vida para contrastar una mentalidad mafiosa. ¿Esta batalla cultural como prosigue? ¿Fue ganada, según usted?

R. - No, aun no ha sido ganada del todo, pero seguramente es una batalla que debe ser realizada en la cotidianeidad. El último sueño del padre Pino Puglisi que queremos cumplir es la guardería en Brancaccio. A través de los niños podemos verdaderamente cambiar. El apuntó mucho a ello porque comprendía que la palanca para romper la mentalidad mafiosa son los niños. Abrir paso en los niños significa hacerlo en el corazón de las madres de los niños, que en alguna manera logran, cuando tienen apoyo, abrir paso en el corazón de sus hombres, de sus compañeros.

¿Qué le dirá al Papa del padre Puglisi?

 R. – ¡Le diré que seguramente nos ha hecho un don inenarrable! Quisiera estar con él diez segundos, ante aquel medallón que pusimos en la Plazoleta Anita Garibaldi, donde él cayó, porque esa no es una caída que no prevé un levantarse; ese es el lugar donde él cayó porque hizo levantarse a todas las personas de buena voluntad, no solamente de Brancaccio. Él fue un ejemplo, también un estímulo, para los sacerdotes de la iglesia palermitana. De ahora en adelante ¿cómo seguimos siendo sacerdotes del Señor? ¿A la manera de Puglisi o a la manera en que  vivimos hasta hoy? Así que Puglisi ha dado un cambio también al nuevo modo de ser sacerdotes en la Iglesia martirizada también por la mafia.

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27 mayo 2018, 14:40