Foto de archivo Foto de archivo 

“La familia es el lugar de la ternura”: El Papa a la Jefatura de Policía

El Papa pidió al personal de la Policía y a sus familiares, que no pierdan nunca la ternura: en esta época es necesario reencontrar la ternura y la familia puede ayudar a ello, dijo.

Griselda Mutual - Ciudad del Vaticano

“Sobre el camino de la vida Jesús no nos abandona nunca”; “su presencia se manifiesta a través de la ternura, las caricias, el abrazo de una madre, de un padre, de un hijo”: lo dijo el Papa Francisco en el mediodía del 25 de mayo, a los dirigentes y al personal de la Jefatura de Policía de Roma y de la Dirección Central de Sanidad del Departamento de seguridad pública, y a sus familiares, a quienes recibió en el Aula Pablo VI. El discurso del Papa se centró en el tema de la familia, “el lugar de la ternura”.

La familia, primera comunidad

“La familia es la primera comunidad donde se enseña y aprende a amar”, y también es el lugar "donde se transmite la fe": el Papa partió de estas afirmaciones para dar su consideración sobre la importancia de “la buena salud de la familia”, que según él es decisiva para el futuro del mundo y de la Iglesia. De hecho, señaló que la familia es el lugar en donde se aprende a hacer el bien:

"La fe el amor, hacer el bien, se aprenden sólo en dialecto, el dialecto de la familia, en otro idioma no se entienden", expresó. 

La familia y Jesús

Sucesivamente el Santo Padre reconoció que, además, la familia, como toda realidad humana, está marcada por el sufrimiento, y citó diversos ejemplos que dan testimonio de ello en la Santa Biblia, como el de la misma Santa Familia, que huyó hacia Egipto y vivió en el exilio con Jesús aun niño.  Jesús, -recordó el Papa - Hijo de Dios e Hijo de María, “ve, escucha, sufre y se alegra, experimentando en su propio corazón las vicisitudes de las personas que encuentra”. Así, “siempre es capaz de medirse con las personas que le imploran por la salud o que lloran sin consuelo”.

La familia y la Iglesia

También la Iglesia “sobre el ejemplo de Jesús” - añadió el Pontífice- “conoce las ansias y tensiones de las familias, los conflictos generacionales, las violencias domésticas, las dificultades económicas, la precariedad del trabajo”, y está presente en la familia “como compañera de viaje, especialmente para aquellas que pasan por alguna crisis o que viven algún dolor”. Además la Iglesia enseña a permanecer firmes en Dios, lo que ayuda "a sostener las contrariedades y las vicisitudes de la vida, las agresiones del mundo, las infidelidades, los defectos propios y los de los demás”.

Los valores en la familia

La experiencia familiar ayuda, dijo por último el Papa, al equilibrio humano, en una épóca de cambios profundos; y transmite sabiduría y valores de referencia:

“Una buena familia –manifestó el Obispo de Roma - también transmite valores civiles, educa a sentirse parte del cuerpo social, a comportarse como ciudadanos leales y honestos. Una nación no puede mantenerse de pie si las familias no cumplen esta tarea. La primera educación cívica se recibe en la familia”.

En la conclusión el Papa encomendó a todos a la Familia de Nazaret y al Arcángel Miguel, Patrono de la Policía y rezó con los presentes a la Virgen para que les ayude a ir adelante “con coraje, mansedumbre y ternura”.

Escuche y descargue el servicio

Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí

25 mayo 2018, 12:45