Participantes en la Conferencia Tackling violence committed in the name of religion Participantes en la Conferencia Tackling violence committed in the name of religion 

Violencia cometida en nombre de la religión es una blasfemia a Dios. Discurso del Papa

La violencia cometida en nombre de la religión sólo puede desacreditar a la religión misma, y por ello debe ser condenada por todos. Hoy más que nunca, todas las religiones están llamadas a excluir cualquier absolutización que justifique cualquier forma de violencia. El Papa en su discurso a políticos y religiosos en debate sobre la violencia cometida en nombre de la religión

Griselda Mutual - Ciudad del Vaticano

“Estamos obligados a denunciar las violaciones que atentan contra la dignidad humana y contra los derechos humanos, a poner al descubierto los intentos de justificar todas las formas de odio en nombre de las religiones y a condenarlos como una falsificación idolátrica de Dios”: con las palabras dirigidas en ocasión de la Conferencia Internacional para la Paz en el Al -Azhar Conference Center, con motivo de su viaje a Egipto en 2017, el Papa Francisco enfocó su discurso a un grupo de cincuenta personas, entre líderes políticos y religiosos que se encuentran en Roma debatiendo sobre la violencia cometida en nombre de la religión.

“Es muy significativo que los líderes políticos y los líderes religiosos se reúnan y debatan entre sí sobre cómo contrarrestar la violencia cometida en nombre de la religión”, inició el Santo Padre.

La violencia en nombre de la religión desacredita la religión misma

En Dios que es sólo bondad, amor y compasión, no puede haber lugar para el odio, el rencor y la vengaza: el Papa volvió a subrayar en esta ocasión, la blasfemia de llamar a Dios como garante de pecados y crímenes. La persona "auténticamente religiosa", dijo, sabe que Dios es Santo y que nadie puede pretender apelar a su nombre para hacer el mal. 

Demostrar el carácter sagrado de la vida humana y desenmascarar el intento de manipular a Dios

"Todo líder religioso está llamado a desenmascarar cualquier intento de manipular a Dios con propósitos que nada tienen que ver con Él y su gloria". Con esta afirmación el Obispo de Roma llamó a demostrar que toda vida humana tiene en sí misma un carácter sagrado, merece respeto, consideración, compasión, solidaridad, independientemente de su origen étnico, de la religión, la cultura, orientación ideológica o política, y afirmó, asimismo, que "pertenecer a una determinada religión no otorga ninguna dignidad o derechos suplementarios a quienes adhieren a ella, así como la no pertenencia no quita ni disminuye".

Importante advertir a cualquiera fuese tentado por formas perversas de religiosidad descarriada

En la última parte de su discurso el Romano Pontífice puso de manifiesto la necesidad de un compromiso conjunto de líderes políticos y  responsables religiosos, pero también de los agentes de educación, de formación e información, para advertir, dijo, a cualquiera que fuese tentado por formas perversas de religiosidad descarriada, que no tienen nada que ver con el testimonio de una religión digna de este nombre.

Agradeciendo finalmente por la voluntad de reflexión y de diálogo sobre un tema tan "dramáticamente importante", Su Santidad impartió su Bendición Apostólica. 

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02 febrero 2018, 10:51