Chile, Instituto de Migración: La solución no son expulsiones

Sebastián Sansón Ferrari – Vatican News

“Una actitud transparente con las personas migrantes en Chile”. Este es uno de los diversos reclamos que el Instituto Católico de Migración (Incami) plantea en una carta dirigida al presidente de la República, Gabriel Boric.

Según el escrito, hay falta de información y demoras en el otorgamiento de respuestas claras acerca de los trámites que se piden para regularizar la situación migratoria de las personas, en su mayoría digitales, pero que serían poco prácticos. Se da a conocer también –puntualiza el texto- que desde el estallido social y luego por la situación sanitaria no se está haciendo atención presencial de las personas migrantes para trámites directos o para indicar los nuevos procedimientos.

Como consecuencia, explican que hay personas extranjeras regulares en el país, pero indocumentadas, por lo que no pueden salir o entrar libremente del territorio, celebrar contratos, abrir cuentas, acreditar su identidad, entre otras acciones. Dichas demoras, sostienen en la misiva, estarían limitando o prohibiendo el acceso a ciertos derechos garantizados por la Constitución, como el derecho al trabajo, a la salud, a la educación, a la vivienda o a la justicia, entre otros. La falta de claridad –aseveran- se está dando en los procesos de información y solicitud del reconocimiento del estatuto de refugiado.

Para el INCAMI, el gobierno debería transparentar su posición ante la falta de claridad respecto de los trámites de visas en los servicios consulares o ante las solicitudes de refugio. “Solo pedimos al Estado chileno ser transparentes, dar una respuesta, y así las personas sabrán a qué atenerse y qué pasos pueden dar en el país o buscar otras latitudes”, insisten en la carta.

La importancia de la inclusión

El documento remarca que, desde la experiencia del Incami, los dos procesos anteriores de regularizaciones excepcionales revistieron grandes falencias y exclusión de quienes verdaderamente eran destinatarios y destinatarias de procesos “extraordinarios” de regularización.

Recuerdan que hay niños, niñas, mujeres en embarazo, adultos y mayores que salieron por necesidad. No se trata –puntualizan- solo de personas solas que se aventuraron, muchos y muchas vinieron porque su familia ya estaba aquí y encontraron en este un país de acogida, de asilo.

Instituto Católico Chileno de Migración

Desde 1955, el Instituto Católico Chileno de Migración (Incami) es una organización sin fines de lucro, nacida con espíritu multicultural, que se dedica a apoyar a personas que migran y necesitan ser integradas y acogidas. 

Según su sitio web, “hoy son miles los migrantes que Incami asesora en todo Chile para la regularización de documentos, capacitación y búsqueda de empleo”. El sitio apunta que muchas empresas y organismos ya trabajan con la entidad para enriquecer su convivencia y ampliar la mirada gracias a la diversidad.

La historia de la persona migrante –afirman- se ha ido entrelazando en la vida cotidiana de chilenos y chilenas. “Son culturas diferentes que comparten un mundo común, como vulneraciones y deseos de una vida mejor. Somos seres humanos responsables de co-crear y convivir en un Chile más justo, respetuoso y multicultural”, señalan en su portal.