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Covid 19: Más de 2 millones de niños necesitan protección en el Sahel Central

La crisis de protección infantil existente desde hace años en la zona del Sahel Central, en la que millones de personas sufren las consecuencias del hambre, empeora a causa del Covid-19. En este contexto, UNICEF advierte que 2,3 millones de niños (un 80% más que el año pasado) necesitan protección urgente.

Ciudad del Vaticano

La creciente violencia e inseguridad amenazan el cuidado y la protección de unos 2,3 millones de niños que necesitan asistencia de protección este año en la región del Sahel central -en Burkina Faso, Mali y Níger- lo que supone un aumento del 80% con respecto a los 1,2 millones de 2019.

Crece el número de violencia contra menores

Asimismo, estos tres países se encuentran entre los más afectados por el Covid-19 en África. A medida que la pandemia se extiende en la región, la violencia contra los niños sigue aumentando.

En Burkina Faso, el número de niños que necesitan asistencia de protección se ha multiplicado por más de 10, pasando de 35.800 niños en 2019 a 368.000 en 2020. En Mali, más de un millón de pequeños están en esta lamentable situación de vulnerabilidad, el doble que el año pasado.

La pandemia pone en riesgo los derechos infantiles

En Níger el panorama es desolador: más de 867.000 niños en el Niger necesitan asistencia de protección en 2020, 200.000 más que en 2019.

"La pandemia de COVID-19 añade más riesgos a los derechos y la seguridad de millones de niños y niñas que ya se encuentran atrapados en varias crisis humanitarias que padece la región del Sahel Central", afirma Marie-Pierre Poirier, Directora Regional de UNICEF para África Occidental y Central.

“En un contexto de altos niveles de inseguridad, los niños han sido víctimas de abusos y violencia, de la explotación sexual o económica, de la trata, de matrimonios precoces, y muchos se han visto obligados a separarse de sus familias o han sido reclutados por grupos armados”

El Covid-19 está empeorando aún más una situación ya crítica para estos menores, especialmente las niñas, los niños desplazados y los que viven en las calles. En los tres países se han cerrado escuelas para limitar la propagación del coronavirus, lo que afecta a la educación de unos 12 millones de alumnos que temporalmente no asisten a la escuela.

Antes de la pandemia, más de 8 millones de niños de entre 6 y 14 años ya no iban a la escuela en la región, lo que los convierte en un blanco fácil para ser objetivo de captación de grupos terroristas, mafias, tráfico de personas y explotación.

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25 mayo 2020, 15:28