Después de la muerte de una niña: vaciar el campamento de Moria

Francesca Sabatinelli - Ciudad del Vaticano

Europa debe moverse rápidamente, no podemos permanecer indiferentes ante la muerte de una niña, ante una tragedia evitable, ante miles de migrantes que viven en condiciones inhumanas en Europa. Lamentablemente, en medio de la emergencia de Covid-19, existe el riesgo de que el llamamiento de quienes, desde los jesuitas del Centro Astalli hasta organizaciones humanitarias como Médicos sin Fronteras (MSF), piden la evacuación inmediata del campamento de Moria, en la isla de Lesbos, donde hace dos días murió una niña de seis años en un incendio.

Se solicita la evacuación de los niños con patologías

No es el primer episodio que ocurre en Moria, un campamento diseñado para tres mil personas, pero que actualmente alberga a unas veinte mil, de las cuales el 40% son menores de edad y entre estos mil no acompañados. El último incendio, explica Maurizio Debanne de Médicos sin Fronteras, "fue en octubre pasado, cuando una mujer escapó del Afganistán para morir en un campo de acogida en Europa. Y fue en noviembre que un recién nacido murió de deshidratación. MSF pide la evacuación, pero hasta ahora no se ha recibido respuesta ni de las autoridades europeas ni de las griegas. "En el campamento hay poco acceso al agua -dice Debanne, que estuvo en la isla el otoño pasado-, hay un baño por cada 50 o 60 personas y falta comida". "Habíamos pedido al gobierno griego - continúa - que evacuara al menos a 200 niños con enfermedades potencialmente mortales como enfermedades cardíacas, diabetes, epilepsia, heridas de guerra, pero no tuvimos respuesta.

Europa pone fin al acuerdo con Turquía

Los pediatras de MSF, cuya clínica se encuentra en las afueras del campamento, realizan más de cien visitas diarias, hay niños tan graves que ni siquiera pudieron ser atendidos por el hospital local de Lesvos. Es urgente, es la petición de la organización, "que Europa ponga fin al acuerdo con Turquía" (acuerdo sobre la gestión de los migrantes de marzo de 2016). Europa es cruel, cínica y despiadada, es la conclusión de Debanne, "las políticas están en manos de personas que no tienen otra culpa que la de haber buscado refugio lejos de sus países, donde ya no es posible permanecer. Huyen de las guerras y la violencia y para mantener su propia vida y la de sus hijos a salvo, están dispuestos a hacer cualquier cosa". Actualmente en las islas del Egeo hay más de 40.000 personas esperando para saber si se les concederá o no su solicitud de asilo.