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Cuba vota por la nueva Constitución. Los nodos del pluralismo

La renovada Constitución cubana espera este domingo la aprobación del voto ciudadano, pero la victoria del sí es indiscutible. Para los obispos, la referencia explícita en el texto a una sola doctrina, la socialista, "excluye el derecho a la pluralidad de pensamiento y expresa satisfacción por la introducción del concepto de propiedad privada"

Roberto Piermarini - Ciudad del Vaticano

El referéndum de este domingo sobre la nueva Constitución es un paso importante, casi un año después de la llegada de la presidencia de Miguel Díaz Canel en lugar de Raúl Castro, aunque nadie cuestiona la victoria del sí. En el texto hay una aproximación a la propiedad privada, pero también la confirmación del socialismo y el comunismo como sistema de estado. Una descentralización del Estado, pero también la permanencia del Partido Único. El reconocimiento de la familia y de la sociedad, a lo que se añade, sin embargo, una apertura a los matrimonios igualitarios.

Los nodos del pluralismo

La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC), en una nota difundida el pasado 2 de febrero, al tiempo que pide una votación "según la conciencia", sostiene que la referencia explícita a una sola doctrina, la socialista, "excluye el ejercicio efectivo del derecho a la pluralidad de pensamiento sobre el hombre y sobre el orden de la sociedad". En particular, los obispos, sin agotar otros aspectos de la Constitución, quisieron dar prioridad a cuatro temas: la exclusión de otras formas de plena realización del ser humano distintas de las del socialismo y el comunismo; la adecuada comprensión de un Estado laico; la visión integral del matrimonio y la familia; la economía al servicio del bien común". En el Preámbulo del texto sometido a referéndum, se añadió que "sólo en el socialismo y el comunismo el ser humano alcanza su plena dignidad". Los obispos comentan: "La absolutez de esta afirmación que aparece en el texto constitucional excluye el ejercicio efectivo del derecho a la pluralidad de pensamiento sobre el hombre y sobre el orden de la sociedad. La pluralidad debe ser salvaguardada por la Constitución, tal como se expresa en el artículo 1".

Los prelados piden el reconocimiento jurídico de la Iglesia

En cuanto al tema de la laicidad del Estado, los obispos escriben que "esta afirmación no corresponde a lo expresado en el Preámbulo del texto constitucional, que presenta el carácter absoluto de la ideología marxista-leninista. Por lo tanto, es bueno recordar que la libertad de practicar la propia religión no consiste en la simple libertad de tener creencias religiosas, sino en la libertad de cada persona de vivir según su propia fe y de expresarla públicamente, teniendo como límite el respeto por el otro. A su vez, en nuestro caso concreto -reafirman los obispos cubanos- esta libertad implica el reconocimiento jurídico de la Iglesia, de su identidad y misión, que incluye la posibilidad de dar a conocer su enseñanza moral según el Evangelio, el acceso sistemático a los medios de comunicación, la libertad de enseñanza y evangelización, la posibilidad de construir edificios y adquirir y poseer bienes aptos para su actividad; la libertad de asociarse no sólo con fines estrictamente religiosos, sino también educativos, culturales, sanitarios y caritativos". En este contexto, los prelados reiteran su petición, expresada en el mensaje de octubre, de que se reconozca jurídicamente a la Iglesia, su identidad y su misión, y se respete la objeción de conciencia.

La voluntad popular quiere el matrimonio como una unión entre el hombre y la mujer

Los artículos 81 y 82 del texto actual "allanan el camino para que en el futuro se reconozca como matrimonio la unión de personas del mismo sexo", por lo que no se respeta la voluntad expresada por la mayoría de los cubanos, que "defendieron la institución del matrimonio como una unión entre un hombre y una mujer". Por eso los obispos exigen que se respete la voluntad del pueblo ahora y en el futuro. El artículo 84 de la Constitución reconoce "la responsabilidad y las funciones esenciales de la familia en la formación integral de las nuevas generaciones en los valores morales, éticos y civiles", pero no establece que "la familia tiene una función original e insustituible en la formación de los hijos".

Satisfacción de los obispos con la introducción del concepto de propiedad privada

Los obispos, en cambio, acogen con satisfacción la introducción del concepto de propiedad privada, uno de los más delicados de la nueva Constitución. El episcopado, en un discurso anterior, había sugerido tener en cuenta lo dicho a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia, "que reconoce el destino universal de la propiedad y su función social para lograr el desarrollo integral de la persona, la familia y el bien común".

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24 febrero 2019, 13:50