Hermano Alois Löser, prior de Taizé. Hermano Alois Löser, prior de Taizé.

Hermano Aloïs: Sinodalidad, signo de unidad entre cristianos por el bautismo

El prior de la Comunidad de Taizé participó, este 23 de enero, en la rueda de prensa de presentación de la vigilia ecuménica de oración que se celebrará el 30 de septiembre en la plaza de San Pedro, antes de la fase romana del Sínodo sobre la sinodalidad. Habló del sentido de este proceso, que ofrece a todos los cristianos la posibilidad de implicarse en el proceso vivido por la Iglesia católica universal.

Adélaïde Patrignani – Ciudad del Vaticano

El ecumenismo no se limita a la habitual Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que concluye mañana, miércoles 25 de enero. La iniciativa anunciada por el Papa Francisco el 15 de enero, al final del rezo del Ángelus, es un buen ejemplo. El 30 de septiembre, unos días antes de la apertura de la primera fase romana del Sínodo sobre la Sinodalidad -durante la cual se reunirán en el Vaticano todos los padres sinodales-, se celebrará en la plaza de San Pedro una vigilia ecuménica. El hermano Aloïs, prior de la comunidad ecuménica de Taizé desde 2005, tuvo la idea de este "encuentro del pueblo de Dios", que llevará por título "Juntos", y que han preparado durante varios meses representantes de unas cincuenta realidades eclesiales, de diversos orígenes confesionales.

Tras presentar esta vigilia en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Hermano Aloïs nos explica por qué propuso a los fieles de otras confesiones cristianas participar en el proceso que está viviendo la Iglesia católica universal.

“Desde el principio, cuando el Papa Francisco anunció el Sínodo, habló de una dimensión ecuménica del Sínodo, de una apertura, y eso nos dio una gran alegría en Taizé”, dijo.

“También nos preguntamos cómo implicar a los jóvenes en este proceso, y cómo este Sínodo puede ser realmente un acontecimiento que toque al Pueblo de Dios y que no sea sólo un acontecimiento entre los padres sinodales. Por eso, en la apertura del Sínodo, en octubre de 2021, hice esta propuesta, para que hubiera un momento de oración, y no sólo por los padres sinodales, sino por el Pueblo de Dios, y no sólo por los católicos, sino también por los demás”, agregó.

“Nos alegró y sorprendió que la idea fuera aceptada de inmediato. El Papa Francisco me animó, me dijo que siguiera adelante con esta idea, que hablara con el cardenal Grech [Secretario General del Sínodo de los Obispos]. Así que estamos preparando el evento”.

¿Cómo promover esta vida de oración entre los cristianos no católicos que no participarán en el Sínodo?

Sí, el título de este evento es Together, una reunión del Pueblo de Dios. Es todo un fin de semana. Invitamos a jóvenes de toda Europa a venir a Roma a pasar el fin de semana, donde serán acogidos, alojados en parroquias, en comunidades y tendrán todo un programa el sábado. El sábado 30 de septiembre por la tarde se reunirán en la Plaza de San Pedro.

Ya hemos tenido dos reuniones preparatorias en Taizé y vinieron representantes de otras iglesias. De hecho, aquí en Roma para la conferencia de prensa, había representantes de otras iglesias que hablaron del acontecimiento como algo que les afecta y en lo que quieren participar.

¿Qué pueden aportar otras confesiones cristianas al modo en que la Iglesia católica vive la sinodalidad?

La sinodalidad se vive de manera muy diferente en las distintas tradiciones. Pero creo que lo que buscamos en todas las Iglesias es realmente que todos los bautizados asuman sus responsabilidades para participar en la construcción de la Iglesia, de la comunión de la Iglesia.

La Iglesia no se construye sólo de arriba abajo, sino también por todos los bautizados, para crear realmente relaciones evangélicas y participar en una Iglesia que pueda ser fermento de paz en el mundo.

¿Cuál es el vínculo entre sinodalidad y ecumenismo?

La sinodalidad se basa en la escucha de todos los bautizados. Para este Sínodo que se prepara, existe esta larga fase de preparación que es una fase de escucha. Empezó en las parroquias, en las diócesis y ahora es a nivel europeo.

Y el bautismo ya nos une a otros cristianos. Lo olvidamos: el bautismo ya crea una comunión -que todavía no es perfecta, estamos separados en Iglesias diferentes-, pero ya existe una comunión, y eso es lo que creo que quiere expresar este Sínodo.

Este Sínodo se celebra también en un contexto particular, con la guerra en Ucrania, que pone a prueba el ecumenismo porque destruye los vínculos dentro del mundo ortodoxo, y entre ortodoxos y católicos. ¿Cómo evitar que el ecumenismo se haga añicos en este tipo de situaciones?

Especialmente ahora con Ucrania, realmente tenemos que reforzar los vínculos y mantenerlos con todos aquellos que quieren crear la paz ahora, y con todos aquellos que rezan por la paz.

Creo que es muy importante también ahora, en este momento de preparación del Sínodo, estar cerca de los que sufren esta guerra y rezar con ellos. Fui a Ucrania por Navidad para celebrar la fiesta en Kiev y Lviv. Se están haciendo muchas visitas, y creo que eso hay que fomentarlo.

En Taizé, ¿cómo ha evolucionado su vocación ecuménica, quizás, con esta guerra en Ucrania?

Durante este tiempo de guerra, hemos mantenido nuestros vínculos con las distintas iglesias de Ucrania. Y esto es lo importante. Esperábamos que esta guerra sirviera para que las iglesias de Ucrania se unieran más, y así ha sucedido aquí y allá, pero no de la forma que esperábamos, es decir, que los cristianos estuvieran realmente unidos ahora.

Las iglesias permanecen separadas y tenemos que visitarlas para mantener los vínculos con las distintas tradiciones de Ucrania.

En Taizé, acogen sobre todo a jóvenes que también estarán en primera fila de esta vigilia ecuménica de finales de septiembre. ¿Por qué es tan importante el papel de los jóvenes en el ecumenismo y la sinodalidad?

Lo que vemos es que el número de jóvenes que ya no tienen una fuerte conexión con la iglesia está creciendo, cada vez es mayor. Esto no significa que no busquen, que no tengan una búsqueda espiritual, que no se hagan preguntas, incluso sobre Cristo, pero tienen menos vínculos con las instituciones de la Iglesia. Creo que realmente tenemos que hacer un esfuerzo para vincular a los jóvenes con el Sínodo.

El cardenal Hollerich, al término de esta conferencia de prensa, anunció que el Sínodo irá precedido de tres días de retiro espiritual para los participantes. ¿Por qué es tan importante la dimensión espiritual del Sínodo?

Porque hablamos mejor juntos si somos verdaderamente conscientes de que estamos unidos en Cristo. Esto no puede ser sólo una presuposición - "así son las cosas"- y lo discutimos enseguida.

Pero esta unidad en Cristo necesita lugares y tiempos, un espacio para expresarse, para vivir de verdad. No es sólo una teoría. Si no la vivimos realmente en tiempos de oración y retiro, esta unidad no puede desarrollar su fuerza de comunión.

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24 enero 2023, 16:03