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Sembrar la paz es santidad

Nota Eclesial. En la Solemnidad de Todos los Santos, pedimos su intercesión y los frutos de su santidad son semillas para sembrar la paz hoy en el mundo.

Johan Pacheco

«Felices los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios» (Mt 5,9), esta bienaventuranza describe la semblanza de los hombres y mujeres que hacen de la paz un camino de santidad, desde los pequeños gestos cotidianos en casa o en la calle, hasta las grades decisiones que influyen en el mundo para armonizar las relaciones entre las naciones, y acabar con los conflictos y las guerras.

Al celebrar la Solemnidad de Todos los Santos podemos encontrar en tantos de ellos, luchas que lograron vencer con las armas de la paz: la oración, la práctica de la justicia y la caridad. Venciendo grandes batallas contra el odio y el egoísmo. También hoy debemos preguntarnos: ¿estamos haciendo algo para alcanzar la paz?, entendiéndolo como un camino de santificación.

En la Exhortación Apostólica Gaudete et Exultate (89) el Papa Francisco recuerda que “sembrar paz a nuestro alrededor, esto es santidad”, y explica que “se trata de ser artesanos de la paz, porque construir la paz es un arte que requiere serenidad, creatividad, sensibilidad y destreza”.

Hoy también tenemos el compromiso de sembrar paz con las semillas de la santidad que nos han dejado quienes ya han alcanzado la plena bienaventuranza, con la esperanza de construir la paz en el mundo. ¡Todos los Santos, intercedan por nosotros!

La santidad y la paz

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01 noviembre 2022, 09:30