España. Arzobispo de Toledo clausuró el Año Santo Guadalupense
Vatican News
“Cerramos un año jubilar en esta casa de la Madre, casa de sanación donde siempre somos acogidos en el corazón de su Hijo”, con estas palabras Monseñor Francisco Cerro Chaves, Arzobispo de Toledo y Primado de España, ha clausurado el Año Santo Guadalupense, en la basílica del Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, el pasado 10 de septiembre de 2022. Recordamos que, el Jubileo inició el 3 de agosto de 2020, ha sido un momento de gracia para la arquidiócesis de Toledo y para todo España, en el que más de 140.000 peregrinos han cruzado la puerta santa.
Gratitud al Papa por su cercanía durante los dos años del jubileo
El Arzobispo de Toledo, durante su homilía, ha glosado la carta que el Papa Francisco remitía, a los Obispos de Toledo, Mérida-Badajoz, Coria-Cáceres y Plasencia, con motivo del año jubilar guadalupense, el pasado 31 de mayo de 2021. Por ello, Monseñor Cerro Chaves ha aconsejado vivamente leer esta carta y ha subrayado las “tres claves” que el Papa quiso indicar con motivo de este jubileo, que se trata de “un tiempo de conversión y confianza”. Asimismo, don Francisco ha agradecido la cercanía y el cariño del Papa, “al que agradecemos que haya estado siempre tan cercano a nosotros durante este jubileo y el amor que nos ha demostrado”. El Papa se ha referido al Santuario de Guadalupe como “Casa de Sanación”, recordando la cantidad ingente de peregrinos que han visitado el santuario de la Morenita de las Villuercas.
Tres actitudes que propone el Papa con motivo del año jubilar
El Primado ha recordado también “las tres actitudes” de las que habla el Papa Francisco en su carta del pasado mes de mayo. Primeramente, ha incidido en “la conversión” que, en palabras del arzobispo de Toledo, hemos llevado a cabo durante estos pasados meses de jubileo “cada vez que hemos recibido el sacramento de la confesión o hemos atravesado la puerta santa de esta iglesia”. En este sentido ha abundado que para vivir la conversión es necesario “volver la mirada hacia el Padre, como hizo el hijo pródigo en la parábola”.
La segunda de las claves es “el abandono filial” que para Monseñor Cerro es ineludible para vivir la confianza, tal como aparece en el salmo 130: “Señor, mi corazón no es ambicioso”. De ahí que don Francisco haya recordado que “en este Santuario hemos vivido experiencias de abandono filial, nos hemos abandonado en las manos del Señor, en su corazón”.
La tercera clave es “un proyecto de vida” según indica el Papa. “Se trata de ponernos en camino” ha incidido el Primado y ha recordado la cantidad ingente de peregrinaciones llevadas a cabo durante los dos años del jubileo en las que él mismo ha participado. “Hemos de adoptar la actitud del samaritano” ha subrayado Monseñor Cerro siguiendo las propias palabras del Pontífice: “cuidando al pobre y restituyendo así la misericordia de la que somos deudores”.
Ha querido concluir su homilía el arzobispo de Toledo invitando a seguir acudiendo al Santuario de Guadalupe porque “necesitamos a la Madre, a la Morenita de las Villuercas, que no se cansa de esperar”.
Una celebración de involucra a toda la comunidad
Junto con el Primado han concelebrado el arzobispo emérito de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco; el arzobispo emérito de Toledo, Monseñor Braulio Rodríguez. Igualmente, el arzobispo de Mérida-Badajoz, Monseñor Celso Morga, el obispo de Ciudad Real, Monseñor Gerardo Melgar; el administrador apostólico de Plasencia, Monseñor Ciriaco Benavente y el obispo emérito de Segovia e hijo predilecto de Guadalupe, Monseñor Ángel Rubio.
El Padre Guillermo Cerrato, OFM, guardián del Monasterio, junto con la comunidad franciscana y un nutrido grupo de sacerdotes también han participado en esta ceremonia de finalización del año jubilar guadalupense.
En el ámbito de las instituciones civiles, se ha contado con la presencia del alcalde de Guadalupe, Don Felipe Sánchez y la senadora Doña Carmen Riolobos. Junto a ellos, se encontraban Doña Isabel Ruiz, vicepresidenta segunda de la Diputación de Cáceres, y Don Francisco Pérez, director general de Bibliotecas, Archivos y Patrimonio Cultural, que ha acudido en representación de la Junta de Extremadura.
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