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Ecuador: Obispos piden profundizar diálogo ante ola de violencia

A pocas horas de un atentado que causó cinco muertos en Guayaquil, la Conferencia Episcopal renovó su compromiso como garante del proceso de negociaciones entre los diversos actores sociales y el gobierno.

Felipe Herrera-Espaliat, Ciudad del Vaticano

Pese a que la violencia sigue aumentando en diversos sectores de Ecuador, los obispos católicos del país sudamericano no cejan en su esfuerzo por suscitar el diálogo entre los múltiples actores políticos y sociales que tienen en su poder la pacificación del territorio. Desde hace dos años la nación se ve recurrentemente afectada por levantamientos sociales que se han agudizado en 2022, con movilizaciones que exigen reducir los precios de los combustibles, así como un incremento de la inversión en las áreas de educación y salud. Muchas de ellas han generado grandes desórdenes cívicos y sangrientos choques con las fuerzas del orden, que han traído como consecuencia personas fallecidas y cientos de heridos en un espiral que solo parece crecer.

Desde hace un mes la jerarquía eclesiástica, junto con el apoyo de diversas universidades, está acompañando un proceso de encuentro que convoca a diversas asociaciones sociales y gremiales, además del gobierno, con el fin de facilitar el diálogo entre las partes y acordar medidas. “Los puntos tratados nacen de una realidad social marcada por el abandono y la pobreza. No siempre las soluciones posibles están a la altura de los desafíos y de las necesidades. A veces la urgencia de buscar resultados significativos a problemas acumulados a lo largo de muchos años puede hacernos creer que no avanzamos. Nada más alejado de la verdad”, expresa un comunicado de prensa de la Conferencia Episcopal difundido el 15 de agosto, en el que evalúan el primer tramo de los 90 días que se han propuesto para avanzar en conjunto.  

“Asumir la responsabilidad histórica”

Como es de esperar, estas mesas de diálogo no incluyen al crimen organizado, a quien se atribuyó el atentado terrorista que el domingo 14 de agosto mató a cinco personas e hirió a otras 17 en el barrio Cristo del Consuelo, en la periferia de Guayaquil. Esta escalada de violencia obligó al gobierno del Presidente de la República, Guillermo Lasso, a decretar el estado de excepción en la ciudad portuaria por al menos 30 días.

Por eso, las autoridades eclesiásticas valoraron los pasos dados hasta ahora y exhortaron una vez más, eminentemente a las organizaciones indígenas y al gobierno, a “no dejar que ningún cálculo político o interés particular los aleje del camino del diálogo, único camino para salvaguardar el país de la inacción, del caos o de la violencia. Cada uno, desde su particular posición frente al Ecuador, debe asumir su responsabilidad histórica de inventar otra política que, poniendo al ser humano en el centro de su quehacer, sea capaz de ver las opiniones y posiciones contrarias, no como un mal que debe ser rechazado, sino como la oportunidad de aprender de todos y ampliar nuestros propios puntos de vista”, concluye el mensaje de los obispos.

A través de un video difundido por las redes sociales, el arzobispo de Cuenca y presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, monseñor Luis Cabrera, insistió en este llamado al diálogo como “un medio privilegiado que los seres humanos tenemos para expresar nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestros sueños, y también para comprender al otro”.

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16 agosto 2022, 13:02