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Militares ucranianos posicionados en la ciudad de Vasylkiv, región de Kiev. Militares ucranianos posicionados en la ciudad de Vasylkiv, región de Kiev.

Ucrania, Cardenal Hollerich: "Es una masacre, pero no irreversible"

Entrevista con el presidente de la COMECE que, desde la conferencia sobre el Mediterráneo concluida hoy en Florencia, insta a la comunidad internacional a tomar medidas económicas para poner fin a la guerra.

Antonella Palermo - Florencia

El alma está profundamente entristecida por la degeneración de la crisis en Ucrania, tema que impregnó los trabajos del doble Foro de alcaldes y obispos del Mediterráneo reunidos en Florencia (Italia) para proponer proyectos que relancen la paz en la cuenca del Mare Nostrum.

El cardenal Jean-Claude Hollerich, jefe de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea, pidió un "magis" de esperanza.

- Eminencia, ¿la situación en Ucrania se ha vuelto irreversible en su opinión?

No me gusta la palabra "irreversible".

 

Siempre debemos tener esperanza. Sólo podemos esperar, si también nos esforzamos por la paz y por ayudar al pueblo de Ucrania. Es una situación muy difícil. Debemos hacer todo lo posible, sin convertirnos en fatalistas. Los fatalistas no pueden ayudar. Dios nos ha dado la libertad de poder comprometernos a ayudar.

- ¿A qué se refiere cuando dice que debemos hacer "todo lo posible"?

Entiendo muy bien que la comunidad internacional no puede enviar soldados porque sería el comienzo de una guerra mundial, pero las medidas económicas que podemos tomar son grandes y creo que no debemos dudar en tomarlas, aunque nos afecten, porque es un efecto pequeño para nosotros comparado con lo que está sufriendo el pueblo de Ucrania. Así que también debemos estar dispuestos, creo, a tomar medidas que incluso nos perjudiquen a nosotros mismos para acabar con esta masacre.

- En su opinión, ¿será esto suficiente para que Rusia ceda?

Creo que siempre existe la posibilidad de hacer más.

- Ver las imágenes de los niños que se refugian con sus madres cuyos maridos se han ido a luchar para defender a Ucrania, ¿qué efecto le provoca?

Me duele, me duele mucho. Cuando pienso en los sentimientos de estas mujeres y niños, las mujeres que no saben si sus maridos siguen vivos, si ellas también podrán escapar, si sus vidas se salvarán, me duele.

 

Es una tensión terrible. Y también los maridos que están luchando y que no saben si sus familiares se han ido al extranjero y si ellos, como refugiados, han sido acogidos, no saben si volverán a ver a sus hijos y a su mujer, eso duele, porque Dios no quiso que la familia y la comunidad humana estuvieran así. Dios quiere que estemos juntos, Dios quiere que el amor esté vivo. Es una tragedia, duele, de verdad, terriblemente. 

¿Qué le gustaría decir al pueblo ruso?

Que no es bueno hacer la guerra.

Pero no todo el mundo la quiere...

Lo sé. He visto en la televisión que los jóvenes en particular no la quieren. Creo que, aunque sea muy peligroso porque te arriesgas a que te detengan, tenemos que mostrar (la disidencia, nota del autor) en diferentes formas, quizá no en las más peligrosas, pero con imaginación, con creatividad, podemos encontrar formas de decir que no estamos de acuerdo, y tenemos que hacerlo.

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27 febrero 2022, 10:10