Una protesta de profesores contra el gobierno del presidente chileno Sebastián Piñera, frente al palacio presidencial de La Moneda, en Santiago, el 13 de octubre de 2021. Una protesta de profesores contra el gobierno del presidente chileno Sebastián Piñera, frente al palacio presidencial de La Moneda, en Santiago, el 13 de octubre de 2021. 

Elecciones Chile. Obispos: Descalificaciones y disputas estériles generan distancia

Los obispos chilenos están “preocupados” porque, lo que debiera ser una “oportunidad para confrontar ideas, proyectos y programas sobre el presente y futuro del país”, en el clima polarizado y beligerante en particular en lo que respecta la campaña presidencial, ha generado un “escenario radicalizado” con fracturas que pueden ser “difíciles de sanar”. Es necesario volver al respeto mutuo, detener la violencia y aprender a dialogar. “Aún hay tiempo para rectificar”, animan.

“Con sencillez y humildad, a la luz del Evangelio de Jesús” los obispos de la Conferencia Episcopal Chilena han emitido un comunicado, este 21 de octubre, precisamente a un mes de las elecciones presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales, ofreciendo su reflexión con la esperanza de poder contribuir a encontrar caminos de “entendimiento y concordia”. El clima de beligerancia y polarización en la vida política, las manifestaciones de violencia, el escenario económico, son los puntos primarios abordados por los prelados que a la Virgen del Carmen encomiendan este tiempo desafiante para la nación. 

Descalificaciones y disputas estériles generan distancia

En primer lugar, se demuestran preocupados porque, lo que debiera ser una “oportunidad para confrontar ideas, proyectos y programas sobre el presente y futuro del país”, en el clima polarizado y beligerante en particular en lo que respecta la campaña presidencial, se convierte, con frecuencia, “en un escenario de descalificaciones y disputas estériles" que generan "distancia, incertidumbre y desazón en muchos chilenos”. Así, lamentan el escenario “radicalizado que causa fracturas” muy difíciles de sanar.  Otro punto de preocupación son las manifestaciones de violencia que se suceden incluso “en el trato cotidiano con los demás”, con el aumento de asesinatos y otras acciones criminales, además del flagelo del narcotráfico que, junto con la delincuencia, ocupan "amplios sectores y espacios” de las ciudades. 

Límites erosionados, detener la violencia y aprender a dialogar

La legítima protesta política – observan los obispos – se vuelve a menudo, por acción de algunos grupos, destructiva de bienes y espacios públicos y privados. De ahí la urgencia de “revisar seriamente” la manera de convivir, pues “hay una erosión de los límites” necesarios para el respeto mutuo. 

“Muchos actúan y se expresan creyendo que todo les está permitido, transgrediendo valores esenciales para una convivencia en democracia. Si de verdad queremos una sociedad más justa, que ponga límites a los abusos de poder y a las arbitrariedades, necesitamos detener la violencia y aprender a dialogar como hermanos, habitantes todos de un mismo país y casa común y, por lo tanto, depositarios de un destino que a todos pertenece por igual.”

Los prelados, conscientes de las “nefastas consecuencias” que ha acarreado la pandemia en el ámbito económico, advierten que “parte importante de la incertidumbre económica la está generando el propio escenario político y electoral interno”. Subrayan la importancia de que desde la acción política se construyan “escenarios más estables que permitan enfrentar de verdad los desafíos sociales y económicos” actuales. Un desafío a realizarse por el bien del país, con una apuesta que vaya “más allá de cálculos electorales”.

“Aún hay tiempo”

El llamado es, pues, a “actuar con responsabilidad”. Es importante, por los problemas supra expuestos “para quienquiera que llegue a gobernar el país en el próximo período", cuidar desde ahora “las palabras que se dicen y las iniciativas que se emprenden, para no generar esa polarización que vuelve más opaco nuestro presente”. 

“Teniendo importantes elecciones por delante, y con un proceso constitucional en desarrollo apoyado por la inmensa mayoría de la ciudadanía en el pasado plebiscito, debiéramos estar viviendo un tiempo positivo, de propuestas y esperanzas, pero algo estamos haciendo mal que parece primar en la mayoría un ambiente de preocupación. Estamos a tiempo para rectificar.”

“Un sueño de reencuentro, diálogo, justicia y paz”

A los creyentes invitan, finalmente, a orar por la patria, por sus gobernantes y dirigentes, por sus instituciones y procesos políticos y sociales en curso, y por cada uno de los habitantes. Y piden hacer propias las palabras del Papa Francisco al final de su Encíclica Fratelli Tutti, sobre la fraternidad y la amistad social:

“Señor y Padre de la humanidad, que creaste a todos los seres humanos con la misma dignidad, infunde en nuestros corazones un espíritu fraternal. Inspíranos un sueño de reencuentro, de diálogo, de justicia y de paz. Impúlsanos a crear sociedades más sanas y un mundo más digno, sin hambre, sin pobreza, sin violencia, sin guerras”. “Que nuestro corazón se abra a todos los pueblos y naciones de la tierra, para reconocer el bien y la belleza que sembraste en cada uno, para estrechar lazos de unidad, de proyectos comunes, de esperanzas compartidas. Amén”.

El comunicado está firmado por el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile, en la persona de Mons. Fernando Chomali Garib, Arzobispo de Concepción y Vicepresidente, de Mons. Juan Ignacio González Errázuriz, Obispo de San Bernardo, de Mons. Ricardo Morales Galindo, Obispo de Copiapó; Mons. Guillermo Vera Soto, Obispo de Rancagua y de Mons. Sergio Pérez de Arce Arriagada, Obispo de Chillán y Secretario General.

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21 octubre 2021, 18:29