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Pueblo afgano intentando salir del país. Pueblo afgano intentando salir del país.  

Comece y Cec: oración, solidaridad y acción urgente por Afganistán

Una nota de los obispos europeos arroja luz sobre la difícil situación del país. La invitación es a dejar de lado la retórica y ofrecer esperanza y atención a los que tienen dificultades. En cuanto a la cuestión de los refugiados, los obispos piden la apertura de corredores humanitarios, pero también una profunda reflexión sobre el fracaso de la guerra.

Isabella Piro - Ciudad del Vaticano

"Es hora de mostrar humanidad en medio de la crueldad a la que se enfrentan los afganos, de demostrar que los valores de la Unión Europea (UE) no son una retórica vacía, sino principios rectores prácticos que conducen a acciones basadas en normas éticas, más allá de las meras consideraciones políticas o económicas": este es uno de los contundentes pasajes de la declaración conjunta hecha pública hoy, 2 de septiembre, por la Comece (Comisión de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea) y la Cec (Conferencia de Iglesias Europeas). Firmada por sus respectivos presidentes, el cardenal Jean-Claude Hollerich y el reverendo Christian Krieger, la declaración reflexiona sobre la dramática situación en Kabul tras la vuelta al poder de los talibanes. De ahí el llamamiento "a la oración, la solidaridad y la acción urgente", especialmente para "proteger a los más vulnerables".

Trabajar por la paz

Las Iglesias europeas se declaran "profundamente conmocionadas" y "particularmente preocupadas" por el "sufrimiento y la impotencia" que experimenta la población afgana, especialmente la que aún no ha sido evacuada, y expresan su "profunda solidaridad con las mujeres, las niñas, los niños y las personas con discapacidad". Por ello, se pide a todas las partes que "trabajen incansablemente por la paz a través del diálogo y el respeto al Estado de Derecho y a los derechos humanos fundamentales de todos", mientras que se pide a la comunidad internacional que "proteja a las personas que están siendo oprimidas y cuyas vidas corren peligro". Entre ellos figuran "defensores de los derechos humanos, periodistas, artistas y miembros de minorías étnicas y sexuales, así como cristianos y otras comunidades religiosas". También se pide protección y seguridad para los trabajadores humanitarios.

Atención a los más vulnerables

Comece y la CEC recomiendan a la UE que sea cuidadosa a la hora de distribuir la ayuda, para que ésta llegue "de forma rápida y segura a la población afgana, especialmente a la más vulnerable, sin discriminaciones ni obstáculos administrativos innecesarios", gracias también a la labor de "las redes locales de confianza, incluidos los actores de la sociedad civil y de la Iglesia, que siguen presentes en el país y en la región, prestando servicios humanitarios y sociales esenciales". El pensamiento de las Iglesias europeas se dirige también a la "considerable afluencia de refugiados afganos" en los países vecinos y más allá: en esta perspectiva, se insta a la UE a "liderar los esfuerzos de solidaridad de la comunidad internacional para ayudar a los afganos que huyen de la violencia y el terror". En la práctica, se tratará de "crear corredores humanitarios para sacar a los refugiados de Afganistán" y garantizarles una residencia segura dentro de la propia Unión, poniendo así fin a las deportaciones. La declaración conjunta reitera que "no hay que confundir a los refugiados afganos con los emigrantes económicos". Por lo tanto, las decisiones sobre su estancia deberán tomarse sobre la base de "los valores fundamentales de la UE y el compromiso adquirido con el Convenio Europeo de Derechos Humanos y la Convención de Ginebra".

El fracaso de la guerra

Al mismo tiempo, Comece y la CEC piden a la comunidad internacional "que reflexione profundamente sobre el fracaso de la guerra, extrayendo lecciones para las políticas exterior, de seguridad, comercial y de desarrollo". Para la UE, en particular, esto significará reorientarse hacia "la promoción de la seguridad y el desarrollo humano integral como objetivos estratégicos fundamentales" para un proyecto europeo que apunta "a la paz y la reconciliación". Condenando, por último, "el terrorismo en todas sus formas y expresiones", las Iglesias europeas piden a todos los fieles que recen por Afganistán, para que "encuentre la estabilidad y la paz, según el respeto de la dignidad humana de todos".

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02 septiembre 2021, 14:00