Los jóvenes fabrican pan desde una parroquia en Villa Trujui. Los jóvenes fabrican pan desde una parroquia en Villa Trujui.

Los panes se multiplican entre los pobres

Los jóvenes fabrican pan desde una parroquia en Villa Trujui, partido de Moreno, el más empobrecido de la provincia más grande de Argentina. La juventud es guiada por el sacerdote Joaquín Giangreco, integrante del Equipo de Curas Villeros y quien entrevistó en dos oportunidades al Papa Francisco desde una humilde radio parroquial.

Por Lucas Schaerer 

“Liberarse en Jesús”. Así se llama el movimiento de jóvenes que ideó el sacerdote Joaquín Giangreco. La juventud creyente no se quedó de brazos cruzados ante la incertidumbre de la pandemia del covid-19 y pusieron al hombro para multiplicar los panes que se reparten en las ollas populares que la iglesia Nuestra Señora de Itatí tiene distribuido en Villa Trujui, de la cuidad de Moreno de la provincia de Buenos Aires, donde viven más de 700 mil personas, en un gran porcentaje pobres.

El cura Giangreco hace cuatro años misiona en la localidad de bonaerense de Moreno, pero antes estuvo durante seis años la responsabilidad pastoral en 500 mil hectáreas de monte en la provincia de Santiago del Estero (allí no llega la energía eléctrica, el agua potable ni el gas natural), más precisamente en Campo de Gallo donde construyó radios comunitarias. Tan ligado se encuentra este cura del pueblo al Papa Francisco que lo llamó por teléfono dos veces, primero en el 2014 y luego 2015, desde el Vaticano a la radio parroquial "Es de Dios" Virgen del Carmen 99.9.

Joaquín, o “el tano” para los más cercanos, no alcanza los 40 años e integra la Vicaría para la Pastoral en las Villas de Emergencia, al terminar el seminario fue ordenado por el entonces arzobispo Jorge Bergoglio quien lo designó capellán del club de fútbol que ambos simpatizan, San Lorenzo.

Este corresponsal para Vatican News estuvo conociendo el comedor de la iglesia Itatí donde vive el sacerdote.

El hambre creció en la pandemia, según cuentan las cocineras de la parroquia dos mujeres adultas (Mirta y Miriam) y una joven (Mariana) que cocinan en inmensas ollas. Dan de comer a unas 900 personas.

 

Pero en la desesperanza la comunidad católica en Villa Trujui no se desanimó. Lo vemos en Nahuel, dirigente de los jóvenes del Movimiento Libre en Jesús, que une a toda la juventud de las distintas capillas de la zona.

Nahuel está estudiando en el profesorado de educación física. Nació y se forja hace poco más de veinte años en Trujui. Tan comprometido con la obra de la iglesia y sus vecinos que su prioridad es la misión, recién en segundo puesto el estudio. Él junto a varios jóvenes, con el acompañamiento del seminarista Esteban, desde el merendero de la capilla San Cayetano fabrican pan para cinco ollas populares en la zona.

“La iglesia es tu barrio” es el título de una cartelera de color que cuelga a la entrada de la cocina en este merendero llamado San Cayetano. Un montón de fotos rodean la cartelera (entre ellas muchos chicos jugando con el cura villero Juan Isasmendi que hace varios años misiona en la villa del Bajo Flores en la Ciudad de Buenos Aires) para explicar que allí se hace su propio pan para los comedores de la Virgen de Itatí y Jesús Obrero. “Damos el pan cada día y alimentos además vestir al desnudo, ropa a las familias”. De cinco capillas, además de las dos antes citadas, se suma Santa Rita, San Cayetano y Jesús de Nazaret.

Pablo es otro de los dirigentes jóvenes, que es la primera vez que se pone a crear pan. Mientras se van pasando la harina, las jarras con agua, la grasa y la levadura van charlando de diversos temas, como el fútbol, la pasión deportiva que moviliza multitudes en Argentina.

“La fe se entiende con la obra. Yendo a las ollas o cocinando el pan”. Así lo aseveró Nahuel. Para este joven “la solidaridad es amor y lo que se repite después de leer la biblia o escuchar al Padre Joaquín se hace realidad en el encuentro con los propios vecinos que están excluidos”.

Antes de la pandemia llegaron a confluir unos 300 jóvenes. Hace unos meses, sobre todo los más grandes, están yendo a las actividades solidarias. Antes se reunían para conocer la palabra de Dios y coordinar todas las acciones entre todas las capillas. Esto ahora está prohibido por el coronavirus. 

Sin embargo, la cruda realidad no anula la esperanza. Es más, al otro día de haber creado el pan a las 7.30 de la mañana lo están distribuyendo ellos mismos entre los hambrientos de Villa Trujui.

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30 junio 2021, 15:22