Los nuevos leprosos: los migrantes, prostitutas y los descartados por la sociedad

El Rector de la Basílica Menor Nuestra Señora de Suyapa, padre Carlomagno Núñez, celebró el domingo pasado la Eucaristía dominical que normalmente preside el cardenal Arzobispo de Tegucigalpa, Rodríguez Maradiaga, quien aún se recupera de su estado de salud. En la homilía del cardenal, leída por el padre Núñez, el purpurado condenó el constante asesinato de mujeres en el país, calificándolo de "lepra".

Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano

El domingo 14 de febrero, el Rector de la basílica de Nuestra Señora de Suyapa, presidió la misa en vez del Arzobispo de Tegucigalpa, cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga. El padre Carlomagno Núñez leyó la homilía del purpurado que está recuperando su estado de salud.

En la homilía el rector dijo que el asesinato de tantas mujeres en nuestra Honduras, es una lepra que debe terminar, y agregó que el crimen organizado y todo lo que no respete la vida humana también debe terminar.

Los nuevos leprosos de la sociedad actual

En la homilía expresó el sacerdote, que los “nuevos leprosos son los marginados de nuestra sociedad, los inmigrantes, las prostitutas, los refugiados, los que viven en las cárceles, los ancianos que viven solos, los empobrecidos y los apartados de sus derechos y víctimas de un sistema que olvida a las personas en aras de un falso progreso económico y la lepra de todos aquellos que no se sienten amados de verdad”.

Al comentar el pasaje del Evangelio, Jesús que sana a los leprosos, el sacerdote recordó que Jesús los sigue “enviando a curar a los leprosos de nuestro tiempo… estamos invitados a prolongar los sentimientos, las palabras y los gestos de Jesús estamos invitados a dejarnos impregnar por la compasión de Jesús y a expresarlo a través de nuestra oración, de nuestros gestos de cercanía y de nuestra solidaridad. En nuestras comunidades, aprendamos como Jesús a acoger a todas las personas que por circunstancias diferentes son excluidas de nuestra sociedad”.

"Si quieres puedes limpiarme”

Estas palabras del leproso manifiestan una absoluta confianza en Jesús: “Si quieres puedes limpiarme”. Asó comienza la homilía leída por el padre Núñez, abordando el Evangelio del día, que habla cuando un leproso se acerca a Jesús y expresa su estado de ánimo poniéndose de rodillas ante Él. Este gesto de arrodillarse, dijo el sacerdote, manifiesta un gran respeto por Jesús.  Y recordó que en esos tiempos "un leproso era marginado. Este leproso del Evangelio representa el extremo de la marginalidad. Era un excluido de la vivienda y de la sociedad: Nadie podía acercarse a él, estaba prohibido por la ley y se consideraba un castigo de Dios, ciertamente, quedaba fuera de la sociedad". Eran en cierto modo para la mentalidad de la época, dijo el padre Núñez, unos castigados por Dios, "según la doctrina judía, no había para ellos la posibilidad del acceso a Dios, no era simplemente un enfermo, sino un expulsado social y religiosamente".

Más adelante, el Rector de la basílica explica que "este leproso se atreve, a pesar de todo se atrevió a acercarse a Jesús y arrodillándose en la tierra no pide que le toque, porque estaba prohibido, solo manifiesta su absoluta confianza en Jesús: si quieres puedes limpiarme. La reacción de Jesús es insólita, compadecido extendió la mano y lo tocó diciendo quiero, quedas limpio. La lepra se le quitó inmediatamente, Jesús no solo permite que se acerque, sino que él mismo lo toca, que estaba terminantemente prohibido y manifiesta de manera rotunda su voluntad".  La mano de Jesús quelo toca, señaló el padre, es la expresión suprema de la Misericordia.

"El leproso le había dicho, si quieres y Jesús le responde ¡quiero! quedas limpio. Con este gesto Jesús arranca, a aquel hombre del aislamiento, de la exclusión. Hace saltar los prejuicios y discriminaciones de la sociedad, rompe las barreras y los muros que los seres humanos, levantamos y nos enseña que el camino acertado es el del amor que lleva a la convivencia fraterna. Jesús se conmueve ante el leproso y ante toda la miseria humana, Jesús es la ternura de Dios, ante los seres humanos, que emplea una acción de parte de Dios de compasión. Jesús, es esa compasión de Dios,  Jesús es esa compasión para la humanidad. La compasión de Dios ante cada uno de nosotros".

¿Me dejaré tocar por la compasión del Señor?¿cómo transmitir hoy la compasión de Dios a todos los excluidos de nuestra sociedad? pregunta el padre Núñez a los fieles, Jesús utiliza el sentido del tacto "que todos añoramos, ya que es la expresión de la ternura y con este gesto provocativo de tocarle, Jesús quiere enseñar que el leproso no es un maldito o alguien castigado por Dios, sino que el leproso también es amado por Dios, y que la verdadera lepra no es la física, si sino todo aquello que nos impide vivir plenamente. El Dios de Jesús no excluye a nadie de su amor, todos los seres humanos somos hijos de Dios y dignos de su amor. El:  quiero, quedas limpio, es como si Jesús me dijera estoy contigo, corro el mismo riesgo que tú, quiero significa te acepto, te doy lo mejor que tengo no eres un maldito de Dios sino un hijo amado de Dios, el leproso quedó curado en el mismo momento, es decir, la curación no sólo es un resultado de un tratamiento", dijo por último el padre Carlomagno. 

La salud del cardenal Rodríguez Maradiaga

Al finalizar la celebración, el Rector de la basílica informó a la comunidad sobre la salud del Cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, golpeado por el Covid-19, que mejora cada día gracias a las oraciones de todos: "Seguiremos rezando por él, para verlo pronto entre nosotros trabajando para la comunidad ".

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17 febrero 2021, 13:02