Campo de acogida Lipa Campo de acogida Lipa 

Bosnia y Herzegovina: condiciones extremas para los migrantes

Alarma de Cáritas Italiana ante la situación precaria de los migrantes en Bosnia y Herzegovina donde se necesitan instalaciones de recepción adecuadas especialmente por las bajas temperaturas y la emergencia sanitaria

Vatican News

Bosnia y Herzegovina corre el riesgo de una catástrofe humanitaria. La situación ya precaria de los migrantes podría agravarse aún más debido al empeoramiento de las condiciones climáticas y a los continuos traslados de un campamento de refugiados a otro, en instalaciones que carecen de las condiciones mínimas para una supervivencia digna. Se teme que todo esto pueda conducir a la violencia y a graves tensiones sociales.

La alarma procede de la Caritas italiana que en un comunicado se refiere a la reconstrucción por parte del ejército del campo de acogida Lipa, que fue casi completamente destruido hace unos días. Según esta institución caritativa se necesita una iniciativa institucional inmediata para proporcionar instalaciones de recepción adecuadas que ofrezcan refugio a quienes arriesgan sus vidas.

Mil doscientas personas desamparadas

Caritas sostiene que Lipa es un lugar absolutamente inadecuado para la recepción, especialmente en este período invernal. Este campo fue cerrado la semana pasada porque resultaba altamente peligroso para la vida de las personas que alojaba, dado que carece de electricidad, agua potable y calefacción, y está situado en una zona donde las temperaturas caen bajo cero. Aún no se ha encontrado ninguna alternativa para las 1.200 personas que se alojaba allí.

Los intentos de reabrir el antiguo campamento de Bira (en la ciudad de Bihac) o de establecer los antiguos cuarteles en la localidad de Bradina (no lejos de Sarajevo) por parte de las autoridades locales fracasaron debido a las protestas de los ciudadanos y las autoridades locales, por lo que se decidió reabrir el campamento de Lipa. Todos los agentes internacionales están en contra, ya que creen que la vida de cientos de personas está en peligro, puesto que no se pueden garantizar en tan poco tiempo las condiciones mínimas necesarias para vivir en ese campo.

Ruta de los Balcanes

Según Cáritas Italiana la situación en Bosnia y Herzegovina debe llamar la atención sobre la Ruta de los Balcanes que comienza en Grecia y termina en Italia o en Austria. Una ruta que ve a miles de personas varadas en diversos campamentos de refugiados y otras soluciones inadecuadas, tanto más cuanto que con la emergencia sanitaria causada por la pandemia de COVID-19, muchos migrantes en tránsito, alojados en estructuras inadecuadas, están en cuarentena en condiciones prohibitivas.

Estructuras inadecuadas y superpobladas

Las estructuras y los campamentos, ya de por sí inadecuados y superpoblados, se han transformado en lugares con condiciones extremas y ya no sostenibles: sin servicios, en condiciones higiénicas muy deficientes, con graves riesgos para la salud psicológica de los migrantes, muchos de los cuales se ven obligados a vivir al aire libre. Cabe recordar que en septiembre del año pasado, mediante el incendio del Campo Moria en la isla de Lesbos se destruyeron todas las instalaciones de recepción ya deterioradas, que se encontraban en una situación de abandono y desinterés por parte de las autoridades locales e internacionales.

Cáritas asiste a decenas de miles de personas

Desde el año 2015, Cáritas Italiana está presente a lo largo de toda la Ruta de los Balcanes junto a los migrantes y en apoyo de todas las Cáritas locales (Grecia, Albania, Macedonia, Bosnia y Herzegovina, y Serbia) que ofrecen apoyo con servicios de acogida, apoyo psicosocial, protección de los niños, resguardo de la higiene, distribución de alimentos y bienes necesarios para decenas de miles de personas.

Donación del Papa Francisco

En las últimas semanas, gracias a una contribución de la Conferencia Episcopal Italiana y a una donación del Papa Francisco, Cáritas Italiana y Cáritas Bosnia y Herzegovina han podido iniciar nuevos servicios en los campamentos de tránsito de la zona de Bihac y Sarajevo, así como distribuir artículos de invierno (bufandas, guantes, sombreros y zapatos) a más de mil quinientos huéspedes de los campamentos. Sin embargo, se necesitan iniciativas más amplias en las que participen las instituciones para ayudar a los migrantes.

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05 enero 2021, 12:18