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Monseñor Cesare Nosiglia: "Ya no se puede hablar de fatalidad"

A propósito de las inundaciones en la región italiana de Piamonte, el Arzobispo de Turín y Obispo de Susa declaró que antes de contabilizar los daños materiales, hay que pensar que “¡la vida es el primer valor real!"

Anna Poce – Vatican News

Monseñor Cesare Nosiglia, Arzobispo de Turín y Obispo de Susa, en una declaración publicada por la Oficina de Comunicaciones Sociales de la Arquidiócesis de Turín, después de que el Piamonte fuera una vez más golpeado por lluvias fuertes y repentinas. Expresó textualmente:

"En primer lugar debemos registrar la tragedia de las vidas perdidas por las inundaciones que han afectado a varias diócesis de nuestra región, desde los Alpes hasta las llanuras”.

“Antes y más que los daños materiales, estos lutos nos afectan directamente: ¡la vida es el verdadero primer valor!”

No se puede seguir hablando de fatalidad

Arzobispo de Turín afirmó textualmente:

“No podemos seguir hablando de 'fatalidad': el cambio climático nos enseña, a lo largo del año, las consecuencias de las decisiones imprevisibles y erróneas en la protección del territorio”

“La forma más importante y esencial de devolver la esperanza y la fuerza de una recuperación" – dijo el Prelado, mientras también espera que sea apoyada por el Estado, las Instituciones y los miembros de la sociedad económica y civil de la zona – es "hacer memoria". A lo que añadió:

“Y ‘recordar’ significa sobre todo no olvidar que estas tragedias no nacen sólo por el destino o la casualidad, sino que tienen sus raíces en elecciones que no son de ayer”

Espiral perversa

Monseñor Nosiglia habla, por lo tanto, de "una espiral perversa": de municipios y autoridades territoriales que no tienen recursos  – económicos y de planificación – para proteger el territorio; de un Estado distante, de proyectos europeos que siguen siendo una quimera. También habla de un consumo imprudente del territorio, de iniciativas empresariales más especulativas que innovadoras, de una degradación que se convierte en hábito, en las ciudades y, sobre todo, en el campo y en las tierras altas, a menudo abandonadas por no ser suficientemente rentables.

Enésimo drama de la inundación

"El enésimo drama de la inundación – como en 1994, como en el año 2000 – nos recuerda a todos el deber de la política”, concluye el Arzobispo Nosiglia, entendida como “el compromiso directo de las personas y las comunidades".

“Una política que es una búsqueda del bien común y no sólo – como el Papa Francisco no se cansa de repetirnos – instrumento de los intereses de los individuos y de las castas”

 

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06 octubre 2020, 14:39