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El Cristo Redentor celebró 89 años en la Solemnidad de Nuestra Señora de Aparecida

El Redentor, con los brazos abiertos, representa la apertura y la acogida del pueblo brasileño y "nos enseña que podemos tener un mundo de hermanos".

Anna Poce - Ciudad del Vaticano

La estatua del Cristo Redentor, en Río de Janeiro, cumplió ayer 89 años, en la Solemnidad de Nuestra Señora de Aparecida, patrona de Brasil. El cardenal Orani João Tempesta presidió una misa de acción de gracias en Corcovado por el aniversario de la inauguración del monumento el 12 de octubre de 1931. La celebración eucarística, organizada por el Rector del Santuario del Cristo Redentor, Padre Omar Raposo, fue seguida por el rezo del rosario, la bendición para los turistas, conciertos y espectáculos, así como una proyección al final de la velada dedicada a las actividades y campañas del Santuario en 2020.

El cardenal recordó, en primer lugar, cómo el Cristo Redentor, un monumento donado por la Iglesia de Río de Janeiro, detrás del cual se esconden los nombres de las personas que lo construyeron, es el emblema de la ciudad. Cualquiera que vea su imagen en la cima del Corcovado, de cualquier parte del mundo que venga, puede identificar inmediatamente a Brasil.

El Redentor, con los brazos abiertos, representa la apertura y la acogida del pueblo brasileño y "nos enseña que podemos tener un mundo de hermanos", dijo el Cardenal que, recordando la nueva encíclica del Papa Francisco, "Fratelli tutti", firmada el 3 de octubre en Asís, invitó a los cristianos y a todas las personas de buena voluntad a vivir como hijos e hijas del mismo Padre que quiere el bien de todos.

"Estamos llamados a construir juntos un mundo donde la gente pueda vivir unida en hermandad - añadió -respetando la diversidad de ideas, elecciones y pensamientos".

En su homilía, instó a los católicos a anunciar y presentar a Jesucristo, el Redentor, inspirándose en la misión de María, "como la única solución para un mundo de hermanos y hermanas".

"La misión de María es presentar al mundo a su hijo, Jesucristo", dijo. Su misión de mostrar al Redentor ha continuado durante 303 años, a través de la milagrosa imagen de Nuestra Señora de Aparecida, encontrada por tres pescadores en el río Paraíba do Sul, en el año 1717.

El cardenal recordó luego, cómo "la imagen, que invocamos como Nuestra Señora de Aparecida, fue partida en dos pedazos, y más tarde, ya en el siglo XX, fue destrozada por un fanático en cientos de pedazos. Sin embargo, la imagen siempre ha sido reconstruida, recordando que es posible reconstruir la comunión, la unidad y el respeto a la diversidad, por el bien de todos".

En conclusión, el cardenal Tempesta invitó a los fieles a "seguir confiando en la intercesión de María y a avanzar, mes tras mes, en la búsqueda de nuevos caminos para transformar los corazones y en la búsqueda de un mundo donde todos vivan como hermanos y hermanas".
 

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13 octubre 2020, 15:07