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Mensaje al pueblo de Dios en Bolivia

Los obispos, reunidos del 19 al 21 de agosto en Asamblea Extraordinaria Virtual de la Conferencia Episcopal Boliviana dieron a conocer el Mensaje al Pueblo de Dios en Bolivia, titulado: “Esperanza en Medio de la Pandemia”

A través de su Sistema de información de la Iglesia católica, Iglesia Viva, los obispos, reunidos en la Asamblea Extraordinaria de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), saludan al pueblo de Dios que peregrina en Bolivia con el deseo de hacerles sentir su cercanía en este tiempo particular que están viviendo. Y lo hacen afirmando: “La pandemia del coronavirus ha traído miedo, sufrimiento y muerte a tantas familias bolivianas. Hemos vivido la pérdida de sacerdotes, familiares y personas queridas, no olvidando a nuestro querido Monseñor Eugenio Scarpellini, obispo de El Alto, quien ha jugado un papel importante en la pacificación del país en momentos difíciles, para construir una sociedad justa en la que todos tengamos lo necesario para vivir, respetando la pluralidad, y cuidando el bien común de los ciudadanos”.

“En la pandemia vemos un signo con el que Dios nos interpela. Es el Dios de la vida que nos dice: ‘No temas ni te asustes porque contigo está el Señor’. En medio del dolor, han brillado luces de esperanza”

La vivencia de la fe y la solidaridad

Como pueblo de Dios, manifiestan haber sido testigos de muchos signos de vida que han surgido en medio de la pandemia. “Hemos visto gente acercarse a Dios, a la fe y a la Iglesia. También mucha creatividad frente a la situación de crisis que estamos viviendo y muestras de solidaridad, siguiendo el ejemplo del Maestro, quien dice a sus discípulos antes de la multiplicación de los panes y peces (…). En muchos barrios se han creado las canastas familiares, ‘ollas comunes’ y bancos de alimentos, medicinas y equipos de bioseguridad en coordinación con instituciones, Pastoral Social Cáritas y Parroquias, con el fin de hacer llegar ayudas a los grupos más vulnerables”.

“La Iglesia, pueblo de Dios, se abre a nuevos caminos en la vivencia de la fe, invitando a la oración, a cultivar la dimensión espiritual a vivir y unir ‘oración y solidaridad’, a estar presentes en las familias cristianas viviendo y transmitiendo las celebraciones litúrgicas, y retomando la catequesis por medios digitales, radio y televisión para fortalecer la fe y la esperanza. La Iglesia está cercana al pueblo, orando y caminando con tantos actores anónimos que cuidan de nosotros para que la vida siga”

Cambios profundos en el país

Los obispos no dudan en afirmar que necesitan empeñarse en una Bolivia con un sistema educativo que priorice la búsqueda de la verdad de sus niños y jóvenes, la formación de una conciencia moral honesta, que les capacite para ser profesionales con excelencia. Y añaden:

“Seguiremos trabajando, desde los colegios de convenio y privados de la Iglesia, en una educación que busque calidad y contribuya al futuro de las jóvenes generaciones y a la construcción de un país en progreso y justicia”

Justicia Social

También ponen de manifiesto que se enfrentan a tiempos difíciles, tanto  en el mundo entero, como en Latinoamérica y, naturalmente, en Bolivia. Por esta razón afirman que ”éste no es el tiempo del egoísmo, porque el desafío que enfrentamos nos debe unir a todos y no hacer acepción de personas. Vemos con dolor y preocupación que los que han sufrido las graves consecuencias económicas de la pandemia han sido los más débiles, vulnerables y menos protegidos. Tenemos que luchar juntos para que las políticas de Estado logren la inclusión social de la población, trabajo digno para todos y atención a los más pobres; todo esto centrado en la justicia social”.

“Necesitamos imperiosamente que la política y la economía, en diálogo, se coloquen decididamente al servicio de la vida, especialmente de la vida humana, con líderes que impulsen un proceso de verdadero desarrollo aprovechando lo que tenemos”

Vivir este tiempo con esperanza

Destacan además que en este último tiempo han vivido situaciones muy dolorosas con un futuro amenazado por la crisis económicas, la falta de trabajo, las heridas sociales aún no sanadas y la polarizaciones en su sociedad.

“Un panorama incierto que nos pone frente a temores y desconciertos. Es necesario que miremos nuestro futuro con esperanza”

Por esta razón afirman que “en situaciones de dolor y sufrimiento”, Dios “pide algo a cada uno”. Y recuerdan las palabras del Papa Francisco que les decía:

“Aunque en el corazón hayas sepultado la esperanza, no te rindas: Dios es más grande. La oscuridad y la muerte no tienen la última palabra. Ánimo, con Dios nada está perdido”

Mensaje al pueblo de Dios en Bolivia

 

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22 agosto 2020, 14:09