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Ecuador. Justicia y paz pide que se abran microcréditos para pequeños emprendimientos

Ante el incremento del desempleo a causa de la pandemia de Covid-19 y las políticas de emergencia aplicadas, el sector de la microempresa queda atrapado por el alto costo del crédito y los obstáculos para obtenerlos.

Alina Tufani – Vatican News

“Es de justicia que los microempresarios y trabajadores informales, tengan una atención especial, considerando la particular situación de alrededor del 60% de la población que en este momento pasa por el subempleo y desempleo”. Así se lee en el documento “El microcrédito: solidaridad para el desarrollo” publicado por la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, en el que recuerda al Gobierno “le compete hacer de la población vulnerable su eje transversal en el manejo económico y aspirar a un sistema financiero fuerte, confiable, solvente y tecnológicamente avanzado”.

Problema estructural

Publicado en la revista Con los ojos fijos en Él, en la realidad y la fe, que analiza los diversos problemas que aquejan a la sociedad ecuatoriana, el documento de la comisión episcopal explica que el incremento del desempleo a consecuencia de la pandemia de Covid-19 ha puesto de relieve uno de los problemas estructurales de la economía ecuatoriana, como lo es el alto costo del crédito para los microempresarios, que con “gran iniciativa y desafiando al coronavirus, trabajan autónomamente en la informalidad, como único medio de sobrevivencia familiar y personal”.

Altos intereses

El estudio presentado por la Comisión ecuatoriana de Justicia y paz indica que según las estadísticas dos de cada tres microempresas cierran sus actividades antes de cumplir dos años y una de las causas de su fracaso es precisamente el alto interés sobre el dinero que reciben de las entidades financieras formales o de los usureros que los explotan.

Falta de capital

“La falta de capital para los pequeños emprendimientos es profunda y lacerante. Los segmentos de la banca convencional orientados a esta parte de la población, no satisfacen adecuadamente sus necesidades, ya sea por el costo exagerado del crédito o por la engorrosa tramitología que desanima y obstaculiza obtenerlo, una realidad que los lleva a gestionar fácil y rápidamente 'créditos diarios' donde usureros, que si bien hacen posible el trabajo diario de ciudadanos honestos, están lejos de la buena fe y tasas de interés justas”- denuncia la Comisión de justicia y paz.

Economía popular y solidaria

En este contexto, surge la pregunta sobre la validez de las políticas del gobierno para este sector vulnerable de la economía y sobre la “actividad” de la superintendencia de economía popular y solidaria creada justamente para que el sistema económico sea “social y solidario”. Al respecto, el documento subraya que bajar las tasas activa y pasiva de interés es una “prioridad nacional”, que puede dinamizar la economía, estimular las inversiones, generar riqueza, nuevos puestos de trabajo, además de bienes y servicios para el mercado interno y la exportación.

Promover la paz, la justicia, el bienestar y el desarrollo nacional

“Estimular y respaldar el desarrollo económico del país es tarea de las entidades financieras nacionales, mediante la concesión de créditos y microcréditos a tasas de interés justas”. Un anhelo que manifiesta la Comisión de Justicia y paz de modo que las entidades financieras - bancarias y cooperativas - agreguen “esfuerzos renovados para promover la paz, la justicia, el bienestar y el desarrollo nacional, prestando buenos servicios con costos razonables”.

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15 agosto 2020, 13:23