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Fray Patton celebra la fiesta de la Preciosísima Sangre de Cristo

“Recibir la sangre de Jesús significa estar dispuesto a hacer de nuestras vidas un don", afirmó el Custodio de Tierra Santa, Fray Francesco Patton, en la homilía de la celebración de la Fiesta de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.

Tiziana Campisi – Vatican News

La preciosísima sangre de Cristo "es un don que alimenta nuestra vida terrena y nos hace capaces de seguir las huellas de Jesús": lo dijo el Custodio de Tierra Santa, Fray Francesco Patton, presidiendo ayer, en Jerusalén, en la Basílica de la Agonía de Getsemaní, la celebración de la Fiesta de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. "El don de sí mismo que Jesús realizó una vez y para siempre, es un don que se nos ofrece continuamente - explicó Fray Patton -, es un don que estamos continuamente llamados a acoger y recibir (...) acompaña toda nuestra existencia cristiana y no sólo la celebración eucarística".

Una antigua celebración

La celebración, que según una antigua tradición preconciliar, fue fijada el 1° de julio de 1849 por el Papa Pío X, con la reforma del calendario litúrgico en 1970, precisa la Custodia de Tierra Santa, ha sido sustituida por la solemnidad del Corpus Christi en todos los calendarios litúrgicos, excepto en el jerosolimitano. La liturgia comienza tradicionalmente con el derramamiento de pétalos de rosa roja sobre la piedra situada debajo del altar de la Basílica, en memoria de la agonía y la sangre derramada por Jesús el Jueves Santo sobre la misma roca.

La homilía: hacer de nuestras vidas un don

En su homilía, el custodio de Tierra Santa señaló que "la sangre de Jesús, su vida donada, es lo que transforma nuestra vida", "lo que realiza la verdadera y plena liberación de cada uno de nosotros y de toda la humanidad". Las diversas vocaciones presentes en la Iglesia "sólo pueden ser vividas si nos alimentamos continuamente del don de sí mismo que Jesús hizo y que se manifiesta en el don de su sangre". Finalmente, Fray Patton precisó que "recibir este don significa estar dispuesto a hacer de nuestras vidas un don" y que recibir la preciosísima sangre de Jesús "tiene como consecuencia que nosotros también estamos dispuestos a derramar la nuestra por amor".

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02 julio 2020, 15:05