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Bolivia. Arzobispo de La Paz: Donar el cuerpo y la sangre al estilo de Jesús

Homilía del Arzobispo electo de La Paz, Bolivia, en la Santa Misa, en la Solemnidad de Corpus Christi, en la que invita a ser solidarios y a donar la vida al estilo de Jesús.

Ciudad del Vaticano

“El Corpus Christi se celebra donando el cuerpo y la sangre al estilo de Jesús, para que otros tengan vida”, lo dijo Monseñor Percy Galván, Arzobispo electo de La Paz, Bolivia, en su homilía en la Santa Misa, en la Solemnidad de Corpus Christi, celebrado este 11 de junio y publicado en la página web de la Iglesia católica en Bolivia.

Reconocer a Jesús como el alimento verdadero

El Arzobispo electo de La Paz centro su homilía en el capítulo 6 del Evangelio de Juan e invitó a los fieles a profundizar en este pasaje bíblico enmarcado en “un contexto Eucarístico que recalca gradualmente, procesualmente, como es el Evangelio de Juan, la importancia de reconocer a Jesús como el alimento verdadero”. En este sentido, Monseñor Galván señaló algunos signos Eucarísticos: la primera escena es la multiplicación de los panes. La segunda escena es el encuentro de Jesús con los discípulos caminando sobre el mar de Galilea. La tercera escena es el discurso propiamente eucarístico en la sinagoga de Cafarnaúm. La cuarta escena, es la profesión definitiva de fe del apóstol Pedro a nombre de todos los apóstoles. 

La multiplicación de los panes

Monseñor Percy Galván explicando la primera escena que corresponde a la multiplicación de los panes dijo que, “en esta solemnidad, tenemos que recordar que lo que nos pide el Señor Jesús a través de este gran milagro conocido por toda la Iglesia universal es pasar, reconocer, diferenciar el pan material del pan espiritual”. El pan material alimenta nuestro cuerpo, da fuerza y energía a nuestra existencia. Pero el pan espiritual, es el que alimenta el espíritu, el alma, es la presencia de Cristo. Este pan nos alimenta para esta vida. El pan espiritual nos alimenta para la vida eterna. 

Jesús camina sobre el mar

Para el Arzobispo electo de La Paz, la segunda escena se ubica en el contexto de la multiplicación de los panes. “Acaban de escuchar la explicación de Jesús: que Él es el pan verdadero, el alimento verdadero y que sin Él no es posible hacer nada. Y, sin embargo, ellos felices se van a Cafarnaúm sin el Señor y, entonces en el medio del mar, empiezan a tener miedo. Un miedo que se agudiza por qué se viene una tormenta, se exasperan las olas”. Sin Jesús la barca y los discípulos están incompletos. Con Jesús está la Iglesia segura y fuerte. Nosotros sin Jesús vamos a estar con miedo, vamos a estar con pánico, vamos a entrar en la desesperación. Ante esta situación tan difícil que estamos viviendo en el mundo entero y en nuestra patria. Y de hecho muchas personas que prescinden del Señor ya están en esta situación de miedo, de oscuridad de desesperación a punto de naufragar, están perdidos. 

Discurso eucarístico en la sinagoga de Cafarnaúm

Al referirse a la tercera escena, el prelado boliviano dijo que, “Jesús en la sinagoga de Cafarnaúm, va a explicar a profundidad su presencia real en la Eucaristía. Yo soy el pan bajado del cielo. El que come de este pan ya no tendrá nunca más hambre. El que beba de esta sangre ya nunca más tendrá sed y yo lo resucitaré en el último día”. Jesús se hace presente en el pan espiritual, en el pan eucarístico: ¡De forma real! por favor compréndase esto claramente, es una presencia real. Jesús tomo el pan y dijo: “Esto es mi cuerpo”, no dice “representa mi cuerpo”, no dice “simboliza mi cuerpo”. “Es mi cuerpo”. Y tomando el cáliz la copa de vino dijo: “Esta es mi sangre” indicativo presente: Es. No dice que simboliza, no dice que representa. Y este cuerpo que es mi carne y es mi sangre, ustedes lo comen y lo beben para obtener vida eterna.

La profesión de fe del Apóstol Pedro

Comentando la última escena presentado en el Evangelio de Juan, Monseñor Galván dijo que, más de 5000 hombres sin contar mujeres dicen los sinópticos, no entendieron la explicación, no la comprenden y dicen caramba, duro es este lenguaje. En medio del desconcierto de la gente surge la voz de Pedro: “¿Adónde vamos a ir Señor? Solo tú tienes palabras de vida eterna”. Y junto con Pedro repitan estas hermosas palabras que dan sentido a nuestra vida cristiana y que hacen verdaderamente una auténtica celebración del Corpus Cristi, levanten la mirada al Señor y díganle ¿Señor adónde vamos a ir? ¿Dónde iríamos Señor? Tú sólo tienes palabras de vida eterna. Tú eres el Santo de Dios y nos quedamos contigo hasta la muerte y hasta que nos resucites para darnos la salvación eterna.

Muchas personas no quieren donar su plasma

Finalmente, el Arzobispo electo de La Paz se refirió a la situación actual que estamos atravesando y dijo que, “es una carne que se dona es una bebida que se regala. Es para la vida de nosotros, para una vida eterna”. Por eso ahora los católicos, los cristianos del mundo entero, tenemos que hacernos notar a través de la donación de nuestra vida. En el servicio, en la solidaridad, en la caridad. Hemos escuchado con tristeza este último ya en muchas personas que no quieren donar su sangre de donde se va a extraer el plasma que puede salvar vidas. El Corpus Christi se celebra donando el cuerpo y la sangre al estilo de Jesús, para que otros tengan vida.

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12 junio 2020, 12:56