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50° años del Ordo Virginum: Vírgenes Consagradas en el mundo de hoy

¿Cuál es la esencia de esta vocación de servicio y entrega que existe entre las mujeres de la Iglesia desde hace miles de años? ¿A qué se dedican las Vírgenes Consagradas en el mundo moderno de hoy? ¿Cómo enfrentan esta pandemia? Vatican News entrevista a Teresa Peltier, argentina y ex parlamentaria, consagrada desde 2007, miembro del Ordo Virginum: "nuestra vocación es llevar a Jesucristo, vivimos en el mundo sin ser del mundo".

Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano

El 31 de mayo de 1970, por deseo de Pablo VI, la Sagrada Congregación para el Culto Divino promulgó el nuevo Rito de Consagración de las Vírgenes, que supuso un renacer de la antigua Orden de las Vírgenes: una de las vocaciones religiosas más antiguas existentes en las comunidades cristianas desde los inicios de la Iglesia.

Han pasado ya 50 años, por tanto, de la institución del Ordo Virginum y Vatican News entrevista a una de sus miembros, Teresa Peltier, ex diputada argentina, quien a inicios de la década de los 90 y tras la pérdida física de un sobrino de 13 años, vivió una auténtica experiencia de conversión.

“Frente a un dolor tan grande, volví mi mirada al Señor, quien me estaba esperando para darme su consuelo y su paz. La conversión fue tan profunda, con la vuelta a los sacramentos de Reconciliación y Eucaristía que descubrí que Él me llamaba desde siempre, para ser suya. En esa época trabajaba en la Legislatura de Mendoza y había sido electa como diputada provincial. Dejé la función pública y comencé a trabajar como abogada independiente y docente de Derecho. Fui consagrada el 1 de diciembre de 2007. A partir de 2009 y hasta la fecha estoy encargada de acompañar el discernimiento para descubrir la vocación en mujeres de mi Iglesia de la provincia de Mendoza, y posteriormente las acompaño en su formación para ser consagradas”

Pero... ¿cuál es la esencia de esta vocación de servicio y entrega que existe entre las mujeres desde hace miles de años? ¿A qué se dedican las Vírgenes Consagradas en el mundo moderno de hoy? ¿Cómo enfrentan ellas, desde la fe, esta pandemia que ha marcado nuestra historia como humanidad? La Hermana Teresa responde:

La esencia de las Vírgenes Consagradas

"La esencia del Ordo Virginum es manifestar al mundo la imagen de la Iglesia esposa. La mujer que recibe esta vocación es llamada a ser esposa, virgen y madre siguiendo  el modelo de la Santísima Virgen María", afirma.

 

¿Pero qué quiere decir esto? Nuestra entrevistada explica que la esponsalidad es la unión del alma con el esposo que se trabaja a partir de la oración, de la virginidad entendida como integridad de la fe que se consigue con la formación; y de la maternidad espiritual "de recibir a los hijos que nos encomienda la Iglesia y quienes tenemos que transmitirles el amor a Cristo".

“Nosotras debemos vivir como resucitadas en el lugar y en el tiempo que nos toca. Vivir con Dios es vivir en el presente, ahora... es vivir en el mundo sin ser del mundo”

Teniendo en cuenta que la vocación del Ordo Virginum está arraigada a las necesidades más urgentes del mundo real, preguntamos a Teresa ¿con qué carisma y espiritualidad enfrenta una consagrada este tiempo de crisis sanitaria que sin duda ha dejado una marca en nuestra historia como humanidad?

El carisma del Ordo Virginum

Asimismo, la consagrada argentina profundiza sobre el papel en la Iglesia y en la sociedad mundial, que desempeñan las integrantes del Ordo Virginum actualmente en medio de estos tiempos "modernos" donde la relación entre el ser humano y Dios no parece ocupar el primer puesto en la vida de las personas.

El papel de una Virgen Consagrada en tiempos modernos

“Somos mujeres que vivimos solas, tenemos independencia económica. Nos reconocen este deseo de pertenecer a Jesucristo con un corazón indiviso y de ser en cierta medida autónomas en establecer nuestro régimen de vida. Confían en nosotras y en que vamos a cumplir las tareas que nos exige esta vocación. Sabemos que nuestra primera responsabilidad es rezar por la Iglesia particular con la Liturgia universal de las horas y estar disponibles al servicio que nos encomienda el obispo que es nuestro superior. Nuestro papel en el mundo es llevar a Jesucristo, ser fermento en la masa, hostias vivas llevando al Señor en las actividades que nos corresponden y en nuestro trabajo”

Finalmente, Teresa Peltier se despide con un breve mensaje de esperanza en este tiempo de pandemia que ha causado el sufrimiento de millones de personas en todo el mundo.

“Todo pasa, Jesús ha resucitado y el Espíritu Santo se hace presente en su Iglesia. En el dolor siempre encontramos a alguien que nos sostiene. Dios nos busca, nos llama y nos espera, a todos y a cada uno”

Un mensaje de esperanza en esta pandemia

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31 mayo 2020, 14:48