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Argentina: 2020, un año Mariano Nacional para honrar a Dios

El pasado 27 de noviembre, los Obispos argentinos en una carta a los fieles, convocaron a un Año Mariano Nacional durante el cual, además del hallazgo de la imagen de la Virgen del Valle, se celebrarán el aniversario de la primera Misa celebrada en territorio argentino hace 500 años, en la bahía de puerto San Julián, y en Catamarca el IV Congreso Mariano Nacional del 23 al 26 de abril, y en septiembre el Congreso Mariológico. Por tal motivo, el Obispo de Catamarca, Monseñor Luis Urbanc, publicó una carta pastoral.

Ciudad del Vaticano

Que, “alentados por el calor” materno de la Virgen del Valle, “nos sintamos movidos a imitar su insuperable ejemplo de amor a Jesús y de fidelidad al Evangelio”. Así lo afirmó el Obispo de Catamarca, Monseñor Luis Urbanc, en su carta pastoral con motivo del Año Mariano Nacional. Dicho jubileo, ha sido convocado por los Obispos de la Conferencia Episcopal de Argentina, del 8 de diciembre de 2019 al 8 de diciembre de 2020.

Este año Jubilar es “para agradecer a Dios por los 400 años de ininterrumpida y fecunda presencia de la sagrada imagen de la ‘Pura y Limpia Concepción’, a la que tiernamente llamamos Virgen del Valle”, explicó Monseñor Urbanc.

Un año para honrar a Dios

El Obispo agradeció a la Virgen por la disposición del Episcopado argentino para realizar el Año Mariano Nacional y el IV Congreso Mariano Nacional, que se llevará a cabo en San Fernando del Valle de Catamarca, del 23 al 26 de abril de 2020. Así mismo, agradece por este tiempo que será una ocasión para honrar al Dios Altísimo que “se hizo providencia maternal en la persona de la Santísima Madre de su Hijo Jesucristo”, quien ha dejado una imagen frágil “con rostro curtido y afligido propio de los nativos, a los que el Padre Eterno vino a consolar y esperanzar”.

Celebrar con un corazón lleno de júbilo

En su carta, el Prelado hizo un recorrido por el camino diocesano de Catamarca, que en 2010 cumplió 100 años de historia, afirmando que durante 2020 elevaran su mente, su afecto y su voz “para aclamar la gloria y el poder, la santidad y la majestad, el poder y la condescendencia del Señor” quien, a través de María del Valle, les ha concedido “una fuente inagotable de confianza, fraternidad y paz (cf. Sal 29)”. E invitó a que “con un corazón lleno de júbilo”, todos celebren a Jesús quien dio a su Madre, María, como Madre del Pueblo, esperanza e insuperable Maestra “en la escuela del servicio de la esperanza cristiana”.

Tomar el ejemplo de la Virgen María

Haciendo una breve descripción de la Virgen del Valle, Monseñor Urbanc la definió como “la pura y limpia Virgen que, con cierto desconcierto, recibió el saludo del ángel Gabriel”, pero que, “no dudando de la verdad del misterio revelado, sólo quería conocer la modalidad del cumplimiento para comprender la compatibilidad de la virginidad con la maternidad”.

Después, el Prelado argentino profundizó ciertos aspectos de la Virgen, describiéndola como una “joven diligente”, “mujer cuya sola presencia convierte a las personas”, “maestra de oración”, “madre fiel”, quien, “con su venida al mundo, posibilitó que el tiempo llegue a su plenitud y se convierta en eternidad por la encarnación del Verbo”.

La virgen del Valle protege y acompaña

“Todo esto no es sólo historia pasada; es una realidad actual, presente, vigente y actuante”, afirmó Monseñor Urbanc. Citando el pasaje en el que Jesús en la cruz puso a todos sus discípulos bajo el cuidado de su Madre, así mismo encomendó “hace 400 años a la Virgen del Valle” a proteger y acompañar a todos los argentinos “en este Valle elegido por misteriosa dignación de su amor”. Por ello dan gracias “por este don tan grande y por este especial privilegio”; asi mismo, también agradece a la Virgen del Valle, “quien con tanto cariño” cuidó, veló, consoló y animó a todos sus antepasados, cuidando de su historia “hasta llegar a un presente” que “cautiva por la tierna vigencia de su maternal amor”.

Al concluir el texto, el Pastor catamarqueño invitó a “orar cada día y, si fuera posible, en familia, quizás antes de comer, por el Año Mariano Nacional y por el IV Congreso Mariano Nacional”, con la siguiente oración:

“María, Madre del Pueblo, esperanza nuestra, hermosa Virgen del Valle, ayúdanos a renovar nuestra fe y nuestra alegría cristiana. Tú que albergaste al Hijo de Dios hecho carne, enséñanos a hacer vida el Evangelio, para transformar la historia de nuestra Patria. Tú que nos diste el ejemplo de tu hogar en Nazaret, haz que en nuestras familias recibamos y cuidemos la vida y cultivemos la concordia y el amor. Tú que al pie de la cruz te mantuviste firme, y viviste el alegre consuelo de la resurrección, enséñanos a ser fuertes en las dificultades y a caminar como resucitados. Tú que eres signo de una nueva humanidad, impúlsanos a ser promotores de amistad social y a estar cerca de los débiles y necesitados. Tú que proclamaste las maravillas del Señor, consíguenos un nuevo ardor misionero para llevar a todos la Buena Noticia. Anímanos a salir sin demora al encuentro de los hermanos, para anunciar el amor de Dios reflejado en la entrega total de Jesucristo. Madre preciosa, recibe todo el cariño de este pueblo argentino que siempre experimentó tu presencia amorosa y tu valiosa intercesión. Gracias, Madre”. Amén.

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30 diciembre 2019, 13:35