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Nicaragua: Piden cese de violencia contra la Iglesia tras profanación de Catedral de Managua

Tras las últimas jornadas de violencia en el país centroamericano, la Arquidiócesis de Managua y Cáritas condenaron las agresiones y pidieron al Presidente Ortega el fin de las hostilidades y el respeto de la Constitución Nacional.

Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano

 

En una nota de prensa de la Arquidiócesis de Managua, se informó del ataque que sufrió ayer la catedral de Managua por parte de grupos violentos afines al Gobierno, que ingresaron y tomaron el control de la Basílica. Al ser increpados por el sacerdote vicario de la Catedral Rodolfo López y la religiosa Arelys Guzmán, se lee en la nota, estos grupos respondieron con violencia “golpeando” a ambos religiosos, quienes se encuentran bien de salud, pero tuvieron que salir del templo para protegerse.

Este mismo grupo rompió con “fuerza los candados del campanario y otros candados del templo profanando de esta manera la Iglesia”. En la nota se condena estos hechos de profanación, asedio e intimidación que no abonan a la paz y a la estabilidad del país. Y solicitan al presidente y vicepresidente que tomen acciones inmediatas para que “se respeten todos los templos católicos” y a la policía nacional que retire sus tropas que “asedian e intimidan” la catedral y parroquias.

Por último, se lee en el texto, insisten en la petición al pueblo nicaragüense que intensifique los momentos de oración pidiendo por la paz.

Carta abierta de Caritas al presidente que cese la violencia

La Red de Caritas Internacional en la zona de Centro América y México y en la región de América Latina y El Caribe ha enviado una carta abierta al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, firmada por los coordinadores de ambas zonas, el padre Edwin Aguiluz Milla Coordinador de la Zona de Caritas de Centro América y México (CAMEX) y el padre Francisco Hernández Rojas Coordinador Regional del Secretariado de Cáritas de América Latina y El Caribe.

Ante los hechos ocurridos en el país, y como organismo “enraizado en la defensa y promoción de los derechos humanos” han expresado que les resultan no solamente dolorosos, sino inadmisibles, los hechos de persecución, hostigamiento y limitación de libertades a la Iglesia Católica nicaragüense.

Sobre los hechos que privan de libertad  al sacerdote Edwin Román y 11 personas más, la red dijo que: “Nos preocupa grandemente la situación que está viviendo el cura párroco, Pbro. Edwin Román, y algunos fieles de la parroquia San Miguel Arcángel de Masaya, que ha incluido su privación del derecho de celebrar libremente el culto y de recibir, en igualdad de condiciones con el resto de los ciudadanos, los servicios de agua y luz, así como el acceso de personas para aprovisionarlos de agua, alimentos y medicinas, absolutamente indispensables para su sobrevivencia. Estas medidas represivas no tienen ningún asidero en el ordenamiento jurídico, por lo que son claramente violatorias de los derechos humanos garantizados por el régimen constitucional de Nicaragua”.

Que se garantice la ejecución de los artículos 27 y 29 de la Constitución

Por tal razón, se lee en la carta, solicitan al presidente, que se garantice a los ciudadanos nicaragüenses católicos en general y, particularmente, a los de la parroquia de San Miguel de Masaya, la seguridad jurídica que les brinda el artículo 27 de la Constitución Política de la República de Nicaragua: “Todas las personas son iguales ante la ley y tienen derecho a igual protección. No habrá discriminación por motivos de nacimiento, nacionalidad, credo político, raza, sexo, idioma, religión, opinión, origen, posición económica o condición social”.

También, recordando el artículo 29 de la Constitución nicaragüense: “Toda persona tiene derecho a la libertad de conciencia, de pensamiento y de profesar o no una religión. Nadie puede ser objeto de medidas coercitivas que puedan menoscabar estos derechos ni a ser obligado a declarar su credo, ideología o creencias”, solicitan se garantice el derecho de estas personas.

Asimismo, confían en la autoridad presidencial, para que prevalezca la ley que asegure “que de inmediato cese la violación de derechos humanos mencionados, y que el cura párroco de la Parroquia de San Miguel y demás fieles gocen plenamente de su derecho a la alimentación, al agua, al saneamiento, a la movilización y a la libertad de culto.   Piden que se garantice su integridad física, tanto de cara a posibles agresiones por parte de agentes gubernamentales como de ciudadanos que, actuando fuera del marco de la ley, intenten dañarlos de cualquier manera, como ha ocurrido ayer con los maltratos físicos y emocionales de que han sido víctimas en la Catedral de Managua, “por parte de una turba, el padre Rodolfo López, vicario de esta iglesia, y una religiosa, y como ha acontecido en otros templos católicos, hechos muy notorios ante el Gobierno de la República de Nicaragua y de la comunidad internacional, los que también condenamos”.

Según imágenes de un video cargado en la página Facebook de la Arquidiócesis, se ve una turba enardecida que ataca al sacerdote vicario Rodolfo López, quien infructuosamente intentaba impedir su ingreso en la catedral. Luego se ve al grupo violento que, tras entrar al recinto sacro, se abalanza sobre el padre López con puños y patadas, golpeándolo incluso cuando cayó al suelo tras tropezar mientras se resguardaba de la agresión. El ataque fue acompañado en todo momento por gritos soeces en contra del presbítero y de la Iglesia.

En cambio, según twitter y otros videos enviados a Vatican News, también se puede apreciar la agresión que sufrieron algunas fieles de avanzada edad que estaban rezando el Ángelus frente a la ventana de la casa cural donde se encuentra el sacerdote Edwin Román junto a once personas más, asediados desde el pasado jueves. Las mujeres ancianas fueron agredidas por algunos policías y sacadas del perímetro.

La Conferencia Episcopal publicó un comunicado en el cual se solidariza con el cardenal y "hace suya su preocupación de padre ante el asedio que sufre su hijo el Reverendo Padre Edwin Román junto a los demás feligreses con los que se encuentra al interior de la parroquia San Miguel en Masaya. Estas son personas con derechos, especialmente el derecho por excelencia que es la vida". En el comunicado expresan además su "profunda preocupación por las agresiones físicas contra algunos consagrados, el acoso, asedio e irrespeto contra la Catedral Metropolitana y otros templos parroquiales de la Arquidiócesis de Managua y por la indiferencia del Estado ante los derechos de los nicaragüenses que manifiestan su dolor y sus necesidades comprometiendo sus vidas".

Este modo de protesta que se lleva a cabo en la parroquia San Miguel de Masaya, se lee en el comunicado es un grito de impotencia, de inseguridad, de tristeza, de indignación, es el resultado de muchos meses de sufrimiento. Por último, exhortan a los responsables de estos asedios para que depongan su postura.

"Es demasiado el dolor que han sufrido los nicaragüenses. Las familias que se encuentran asediadas cargan con un doble sufrimiento: la falta de libertad de sus familiares encarcelados y, ahora, el estado de sitio que atenta contra sus vidas. Pedimos al Gobierno escuche sus peticiones, que a la vez son sus derechos". Y ehortan al pueblo que se una a la Iglesia en oración

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19 noviembre 2019, 13:13