Palabek: un documental que narra la vida de los refugiados que huyen de Sudán del Sur

Tuvo lugar ayer en Madrid, la presentación del documental Palabek, realizado por Misiones Salesianas. En 24 minutos se narra la vida de los refugiados que huyen de Sudán del Sur: "Simplemente corres para salvar la vida".

Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano

Madrid, fue la capital escogida para lanzar el documental de los salesianos a los medios de comunicación. El estreno y presentación en público es hoy y mañana en la página de Youtube de la página de los salesianos:  Palabek: refugio de esperanza.

En 24 minutos se cuenta la vida de Gladys y Alice, dos jóvenes madres que tuvieron que huir con lo puesto de Sudán del Sur y que tratan de empezar una nueva vida con el apoyo de los misioneros salesianos. "Yo huí con otros niños de 5, 7 y 11 años. Simplemente corres para salvar la vida", cuenta Alice. Por su parte, Gladys recuerda que durante la guerra mataron a su tía. "La violaron entre ocho hombres y después le retorcieron el cuello hasta matarla", explica. Ahora se encuentra en el asentamiento de Palabek, el único de los que hay en Uganda que aún no está colapsado.

Refugio de esperanza', dirigido por Raúl de la Fuente, que se enmarca en una campaña de Misiones Salesianas y Jóvenes y Desarrollo para acercar la realidad de los más de 70 millones de personas que han tenido que abandonar sus hogares en el mundo.

Mujeres y niños los más vulnerables

El misionero salesiano Ubaldino Andrade se ha encargado de la presentación del documental. Él mismo es testigo feaciente de la realidad de los refugiados que luchan por sobrevivir en un lugar donde las necesidades básicas, de alimentación o de salud son escasas. Pero a pesar de la aridez del terreno, hasta las piedras son fuente con la labor de picarlas, para luego venderlas y de ese modo también que la tierra quede libre para poder cultivar.

Estamos presentes para acoger y proteger

Acoger, proteger, promover e integrar, es un llamado que los misioneros Salesianos piden para las personas desplazadas forzosas. Ellos trabajan para la promoción, protección y educación de los niños, niñas y jóvenes más vulnerables. Están presentes en más de 130 países y su prioridad es ofrecer una educación de calidad para el desarrollo integral de los menores. Eso es lo que están llevando a cabo en este asentamiento con la construcción de escuelas, colegios y talleres para enseñar trabajos manuales ya que el anhelo es volver a su país cuando acabe la guerra que lleva 6 años, que ha dejado más de 320.00 muertos. Los misioneros salesianos cada año buscan promover los valores de solidaridad, compromiso, y concienciar de una u otra manera estas difíciles situaciones humanas, y éste año no es la excepción con el proyecto Palabek.

Palabek: refugio de esperanza

Durante las próximas semanas, y a lo largo de todo el curso, el documental visitará numerosas ciudades españoles y europeas, de la mano de Raúl de la Fuente quien ha sido el director y premio Goya en 2014 y 2019 y finalista en la 88ª edición de los Oscar en 2016. Y con ello pedir un verdadero compromiso social para los más 70 millones de refugiados.

Tras casi 40 años de guerra contra Sudán por erigirse en un estado independiente, el 9 de julio de 2011 nació Sudán del Sur. Pero, para su población, eso no significó el fin de la violencia… Al contrario, solo dos años después, estalló una cruenta guerra civil de carácter tribal que ha provocado que 1,2 millones de sursudaneses se hayan visto obligados a refugiarse en Uganda. Allí, a solo 30 kilómetros de la frontera, en una zona de desierto, se levanta el asentamiento Palabek, donde hoy viven 50.000 desplazados.

Precisamente, el día a día en este campamento protagoniza el documental ‘Palabek, refugio de esperanza’, que se estrena mañana, jueves 17 de octubre, en el madrileño Palacio de la Prensa, y que ha sido presentado a los medios este mediodía en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid. Coproducido por Misiones Salesianas y por la fundación salesiana Jóvenes y Desarrollo, la cinta la dirige Raúl de la Fuente, ganador de dos Goya, en 2004 y 2019, y finalista de un Oscar, en 2016.

Rodaje in situ

El documental, se rodó el pasado marzo en el propio Palabek, contando con la presencia de los representantes de Misiones Salesianas (Alberto López Herrero) y Jóvenes y Desarrollo (Cristina Bermejo), quienes acompañaron a Raúl de la Fuente. El documental recoge las vivencias de los refugiados, en apenas 25 minutos a través de los testimonios de dos jóvenes, Alice y Gladys, y de algunos misioneros que han pasado meses ayudando en el asentamiento.  

Uno de los misioneros presentes en Palabek, el venezolano Ubaldino Andrade (con una experiencia misionera previa en el Amazonas venezolano, en Sierra Leona y en Ghana, casi siempre con niños sin hogar), ha contado su experiencia en el acto de Madrid. Y lo ha hecho destacando a dos claros ejemplos de lo que allí se vive, encarnados por las dos grandes protagonistas del documental: Alice, cuyo padre, tío y primo fueron asesinados, reencontrándose en el campo con su madre y su tía, recordando con mucho amor el día en que su padre le regaló un vestido blanco y unos zapatos (es una de las imágenes esenciales del corto); y Gladys, quien tuvo que dejar a su hija en Sudán del Sur, junto a su madre, y quien muestra una esperanza contagiosa ante todos los que la rodean, ya sea en la escuela técnica, donde trabaja con motocicletas, con su máquina de coser o haciendo cualquier tarea para ganar algo de dinero y ayudar a los demás.

Han dejado atrás su país, sus pertenencias y hasta su familia. La guerra en Sudán del Sur, que comenzó en 2013, les ha quitado todo menos una cosa: la esperanza en el futuro. Más de 40.000 sursudaneses esperan en el asentamiento de Palabek, en el desierto de Uganda y a 45 kilómetros de la frontera con Sudan del Sur, el fin de la violencia en su país para poder regresar a su hogar y reconstruirlo. Mientras tanto, se preparan en talleres de sastrería, mecánica, peluquería o agricultura ofrecidos por misioneros salesianos.

Palabek:

"Uganda no abre sus puertas porque le sobre o porque esté bien sino porque es la gente, porque hay que ayudar y hay una necesidad y eso es una gran lección para el mundo, para muchos países", ha subrayado el misionero salesiano Ubaldino Andrade, que trabaja en el asentamiento de refugiados de Palabek. Así lo ha indicado el padre Uba --como todo el mundo le conoce-- este miércoles durante la presentación del documental 'Palabek.

El asentamiento de Palabek, en el norte de Uganda, fue abierto en abril del 2017 y está diseñado para acoger a 150 mil personas. A dos años y medio de su apertura, acoge a más de 50.000 refugiados y recibe a 300 más cada día que huyen de la guerra y del hambre en Sudán del Sur. Allí se encuentran los salesianos para acompañarles y darles una formación que les permita ser la generación que lleve la paz a Sudán del Sur. Así se muestra en el documental 'Palabek. Refugio de esperanza'.

Y son muchos más los que esperan en la frontera, según ha precisado el padre Uba. "En el último mes no han podido llegar más porque los dueños de la tierra en el norte de Uganda han comenzado a dar algunos problemas, hay muchísimos esperando, muchos lo único que comen son galletas hasta ser reubicados en un campo", explica este misionero salesiano nacido en Caracas. Los refugiados que huyen de la guerra y el hambre en Sudán del Sur suelen hacerlo con la ropa que llevaban puesta cuando las tropas rebeldes entraron en su aldea y comenzaron a quemar casas y a matar. Tras huir al bosque y caminar varios días llegan a la frontera donde el personal de ACNUR los atiende, según explica Misiones Salesianas.

Desde allí son trasladados en autobuses hasta el asentamiento de Palabek, donde les reparten materiales para construir su 'tukul' o cabaña, y herramientas para trabajar su pequeño huerto. Esta es la diferencia con respecto a los campos de refugiados. "En el asentamiento cada familia o grupo de cinco personas tiene su espacio de 30 por 30 metros y ahí pueden sembrar algo y construir sus casas", explica el padre Uba. El misionero cuenta que los refugiados de Palabek --que en la lengua local acholi significa 'guarda la espada y no pelees-- son "guerreros de la supervivencia" y aunque reconoce que se ha producido algún suicidio porque no saben qué hacer y a veces llegan al límite, añade que la gente no pierde la esperanza. Los misioneros salesianos llegaron a Palabek en 2017 y en febrero de 2018 inauguraron una humilde presencia en la que actualmente viven seis salesianos. En este tiempo, han construido más de una decena de capillas, cuatro escuelas infantiles con 720 alumnos y un centro juvenil que atiende a más de 2.000 jóvenes con actividades de ocio, deportivas y talleres de resolución de conflictos.

Acompañado por otros cinco salesianos de la India y las dos repúblicas del Congo, hace apenas dos años que Ubaldino Andrade llegó a Palabek, pero ya ha cosechado varios éxitos. Aparte del taller de mecánica, los religiosos han puesto en marcha otros de sastrería, construcción, peluquería y agricultura. Y los fines de semana organizan actividades deportivas y culturales para aliviar las tensiones y suavizar la convivencia entre refugiados, provenientes de más de 30 etnias diferentes.

 

 

 

 

 

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Palabek: un refugio de esperanza. Nuevo documental de Misiones Salesianas
17 octubre 2019, 12:45