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“La compañía de Santiago”, en camino a Compostela a través de la ruta francesa

Del 19 al 29 de agosto, los Alumnos de la Asociación San Pedro y Pablo, herederos de la Guardia Palatina de su Santidad, recorrerán los últimos 170 kilómetros del “Camino Francés”, la ruta más famosa del Camino de Santiago.

Ciudad del Vaticano

L’Osservatore Romano, el periódico de la Santa Sede, recientemente informó que la autodenominada “Compañía de Santiago”, conformado por los Alumnos de la Asociación San Pedro y Pablo, herederos de la Guardia Palatina de su Santidad, recorrerán del 19 al 29 de agosto, los últimos 170 kilómetros del “Camino Francés” que conduce a Compostela, la ruta más famosa del Camino de Santiago; los estudiantes acompañados por su asistente espiritual, Mons. Joseph Murphy, vivirán una intensa experiencia veraniega, marchando por casi unos 25 kilómetros al día, durante un total de diez días.

La preparación: el itinerario de las Siete Iglesias

“Los albergues, o más bien los hoteles, ya están reservados, así como los billetes de avión; mientras que los zapatos de trekking ya están en funcionamiento”, explica el Presidente Stefano Milli. Así que todo está listo para partir, nada se ha dejado al azar y también ha habido un “entrenamiento preliminar – agregó Milli – con salidas mensuales, para acostumbrarse a las largas distancias, enfrentándose a diferentes tipos de terreno y diferencias de nivel”. La meta de estas salidas: el itinerario de las Siete Iglesias, una peregrinación tan querida por San Felipe Neri; la subida al Monte Cavo; los caminos entre Frascati y Rocca Priora y entre los lagos de Albano y Nemi; la antigua Vía Apia, la regina viarum, reina de los caminos de los antiguos romanos; y la ruta de doce kilómetros por las montañas de Tolfa, conocida como el anillo del águila culebrera. “Excursiones caracterizadas por un ambiente de convivencia y familiaridad – afirma el Presidente – que han fortalecido las amistades, además de dar a conocer cada una de sus limitaciones, para prepararse a hacer este viaje a Santiago de Compostela conversión y extraordinario testimonio de fe tras las huellas de los muchos peregrinos que nos han precedido a lo largo de los siglos”.

Parte de un proceso de formación para jóvenes

Eugenio Cecchini, autor del artículo, señala que, el número de participantes fue también significativo, una docena, como los apóstoles, en representación de una veintena de jóvenes de la Asociación que, en el grupo de estudiantes, siguen un proceso de formación de tres años: el primero se estructura como una especie de “noviciado”, donde se aprende a servir a la Misa y a proclamar la Palabra de Dios en la liturgia, y se sigue la catequesis de los miembros formadores. En las siguientes catequesis las enseñanzas son más profundas y se complementan con lecciones culturales. Durante el trienio, los Alumnos también participan en encuentros dedicados al desarrollo psico-actitudinal y a temas característicos de su mundo: relaciones interpersonales, relaciones con los padres, resolución de conflictos, protección de menores, uso de redes sociales y comunicación. El proceso de formación se completa con retiros espirituales en los momentos fuertes del año (Adviento y Cuaresma) y actividades caritativas, como la que se lleva a cabo en las Hermanas Franciscanas de Nuestra Señora de los Dolores, donde los alumnos son enviados a servir la cena y a llevar unas palabras de consuelo.

Una comunidad de fe, esperanza y caridad

Es central en el ámbito de una vida asociativa que lleva a los miembros – desde los más ancianos hasta los más jóvenes – a considerar su sede el patio de San Dámaso, en el corazón de la Ciudad del Vaticano, una especie de “segunda casa”, es la fiesta patronal. La última vez la Misa fue celebrada por el Arzobispo Edgar Peña Parra, sustituto de la Secretaría de Estado, en el altar de la cátedra de la Basílica de San Pedro. Durante la homilía, el Prelado agradeció y reconoció a los miembros que se esfuerzan – dijo – por construir cada día una comunidad de fe, esperanza y caridad, a través de las diversas actividades culturales y de formación cristiana, solidaridad y liturgia, interpretando concretamente el lema: fide constamus avita, “perseveremos firmemente en la fidelidad de nuestros padres”.

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19 agosto 2019, 12:55