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Card. Becciu: Michał Giedrojć animaba a la gente a vivir confiando en Dios

Entrevista con el Card. Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, sobre la beatificación equivalente de Michał Giedrojć, que tiene lugar esta mañana Cracovia

Ciudad del Vaticano

Con ocasión de la beatificación equivalente del monje lituano Michał Giedrojć, nuestra colega Roberta Barbi entrevistó al cardenal Giovanni Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, quien preside la Santa Misa este sábado 8 de junio en Cracovia, en representación del Papa Francisco.  En la entrevista, el cardenal Becciu explica cuáles son los requisitos para que las canonizaciones o beatificaciones equivalentes tengan lugar y se detiene en las virtudes que caracterizaron al monje lituano, tan amado también en Polonia.

P. - Eminencia, hoy, con ocasión de la Beatificación de Michał Giedrojć, comenzamos pidiéndole que nos explique qué son las canonizaciones o beatificaciones equivalentes...

R. - Sí, es una forma especial. Consiste en el reconocimiento oficial por parte de la Iglesia de un culto que el pueblo ya ha tenido la oportunidad de expresar de diversas formas desde la antigüedad hacia un Beato. Según las normas, sin embargo, este culto debe ser anterior a 1534, es decir, al período en que se introdujeron las nuevas normas para el reconocimiento del Beato. En el caso de Michał Giedrojć, se trata de un acto realizado por el Papa Francisco el 7 de noviembre de 2018 con la promulgación del decreto sobre la confirmación del culto que se le atribuye ab immemorabili, es decir, desde hace mucho tiempo. El Papa no ha hecho más que reconocer que este culto existe desde la antigüedad.

P. - En la obra de Benedicto XIV "De Servorum Dei Beatificatione et Beatorum Canonizatione" se formula la doctrina sobre este tipo de causas, para las que se requieren tres elementos: la posesión del culto antiguo, la atestación constante y común de historiadores dignos de fe sobre las virtudes o el martirio y la fama ininterrumpida de prodigios. ¿Puede explicarnos estos tres elementos?

R. - Me parece que estos parámetros están plenamente presentes en este Beato. En primer lugar, el culto ab immemorabili existe desde el 1500. En el lugar donde está enterrado hay una peregrinación continua, desde hace siglos, de personas que lo veneran y lo reconocen como beato. Además, el hecho de que se haya construido incluso un altar donde está enterrado es una indicación tangible de la devoción con la que ha sido circundado. El pueblo lo reconoció como Beato y el Papa ha sancionado esta realidad.

P. - ¿Qué puede decirnos de la figura del Beato, cuyo culto ab immemorabili ha sido reconocido por el Papa Francisco?

R. – Este Beato es querido por el pueblo polaco y por el pueblo lituano, tanto es así que la beatificación se celebra en Cracovia, en Polonia, con el episcopado polaco, pero también en presencia de los obispos lituanos. En él se reconocieron las virtudes típicas, es decir, las virtudes de la caridad. Era conocido por ser alguien que compartía el poco dinero que tenía con los pobres. Fue un hombre que difundía paz y serenidad, que vivía en la esperanza, animaba a tanta gente a vivir confiando en Dios. Y luego mostró amor a Dios y al prójimo y una gran devoción al crucifijo que contemplaba en unión con María al pie de la cruz. Estos son los pilares fundamentales de su vida, una vida que emocionó e impresionó a la gente, hasta el punto de que su fama de santidad ha perdurado durante siglos.

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08 junio 2019, 09:01