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Catedral de San José en Costa Rica. Catedral de San José en Costa Rica. 

Iglesia en Costa Rica rechaza el cambio de nombre por identidad de género

"No puede haber una verdadera promoción de la dignidad del ser humano si no se respeta el orden esencial de su naturaleza", escriben los prelados tras conocer la decisión del Tribunal Supremo de Elecciones

Ciudad del Vaticano

A través de un comunicado, la Conferencia Episcopal de Costa Rica reflexiona sobre los riesgos y las consecuencias que surgirán tras la decisión del Tribunal Supremo de Elecciones, publicada el 14 de mayo de 2018, de aprobar el cambio de nombre por identidad de género, "autopercibida para las personas que así lo soliciten al Registro Civil, con el fin de evitar efectos estigmatizantes, y que adicionalmente, se procederá a eliminar la indicación del sexo de nacimiento en todas las cédulas de identidad".

Al respecto, el documento escrito por los obispos señala que la Iglesia Católica cree firmemente en la dignidad de la Persona Humana, "única creatura a la que Dios ha amado en sí misma", y que dicha enseñanza perenne e inmutable de la Iglesia a través de los siglos, "es reflejada también en la justificación ideológica de la doctrina de los Derechos Humanos, principios que deben informar todo el sistema jurídico nacional".

Por ello, los prelados recuerdan que todo reconocimiento de derechos a la Persona Humana debe darse desde el mayor respeto y consonancia con la naturaleza misma
del ser humano, pues toda acción que desfigure o empañe la naturaleza humana, "lejos de ser un derecho o una acción que promueva a la persona, se constituye en un elemento que oscurece su verdadero desarrollo como ser humano".

Aceptar la naturaleza como ha sido creada

 

"No puede haber, por consiguiente, verdadera promoción de la dignidad del hombre si no se respeta el orden esencial de su naturaleza", continúa afirmando el documento episcopal, reconociendo que si bien es cierto que en la historia de la civilización han cambiado, y todavía cambiarán, "muchas condiciones concretas y muchas necesidades de la vida humana"; no obstante, "toda evolución de las costumbres y todo género de vida deben ser mantenidos en los límites que imponen los principios inmutables fundados sobre los elementos constitutivos y sobre las relaciones esenciales de toda persona humana"; ya que estos elementos y relaciones trascienden las contingencias históricas.

Y en este contexto, los obispos costarricenses, citan las palabras del Papa Francisco que nos pide "que no caigamos en el pecado de pretender sustituir al Creador. Somos creaturas, no somos omnipotentes. Lo creado nos precede y debe ser recibido como don. Al mismo tiempo, somos llamados a custodiar nuestra humanidad, y eso significa ante todo aceptarla y respetarla como ha sido creada". 

Riesgos y consecuencias de la decisón del Tribunal

 

Asimismo, los mitrados advierten sobre los riesgos y consecuencias que la decisión del Tribunal Supremo de Elecciones traerá al estado civil de las personas, aún de terceros de buena fe y en la concepción de matrimonio establecido por el legislador costarricense, aunque el órgano electoral no lo admita, "pues se crea una ventana que posibilita que una persona cambie no sólo su nombre, cosa que ya es posible hacer en nuestro sistema jurídico, sino que oculte o haga insegura su determinación de sexo, la cual no estará registrada en el documento llamado cédula de identidad y en sus registros civiles, de tal manera que no es posible a un tercero, saber si biológicamente esta persona es varón o mujer, por lo que un tercero de buena fe puede ser inducido a contraer matrimonio con una persona de su mismo sexo sin saberlo, violando así no sólo la buena fe sino también la legislación del Código de Familia que establece la prohibición del matrimonio de personas del mismo sexo".

Una decisión que daña a la institucionalidad del país

 

El documento, también señala que la aprobación de dicha ley "desdice la obligación del Estado de proteger el concepto de familia que el constituyente quiso privilegiar en nuestra Carta Magna y al matrimonio heterosexual como la base de este concepto de familia, mismo protegido por la misma jurisprudencia de la Sala Constitucional y, por consiguiente, menoscaba la libertad religiosa, pues pone en peligro la convicción cristiana de que el matrimonio será siempre entre varón y mujer".

"La decisión del Tribunal Supremo de Elecciones toma una medida que con la apariencia de una mera decisión jurídica administrativa registral, toca sensiblemente el ordenamiento jurídico nacional, causando un verdadero y sensible daño a nuestra institucionalidad".

"Como ciudadanos y como cristianos no podemos sino rechazar moralmente esta decisión del Tribunal Supremo de Elecciones, pues consideramos que se aleja del Bien Común para favorecer indebidamente a sectores sociales que detentan reivindicaciones basadas en una muy particular interpretación de los Derechos Humanos", concluyen los obispos, en esta carta firmada el 15 de mayo de 2018, encabezada por Monseñor José Rafael Quirós Quirós, Arzobispo Metropolitano de San José Presidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica.

Comunicado Obispos de Costa Rica

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16 mayo 2018, 14:43