Palabra del día

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Fecha13/01/2021

Lectura del Día

De la Carta a los Hebreos 2, 14-18

Hermanos: Todos los hijos de una familia tienen la misma sangre; por eso, Jesús quiso ser de nuestra misma sangre, para destruir con su muerte al diablo, que mediante la muerte, dominaba a los hombres, y para liberar a aquellos que, por temor a la muerte, vivían como esclavos toda su vida. 

Pues como bien saben ustedes, Jesús no vino a ayudar a los ángeles, sino a los descendientes de Abraham; por eso tuvo que hacerse semejante a sus hermanos en todo, a fin de llegar a ser sumo sacerdote, misericordioso con ellos y fiel en las relaciones que median entre Dios y los hombres, y expiar así los pecados del pueblo. Como él mismo fue probado por medio del sufrimiento, puede ahora ayudar a los que están sometidos a la prueba. 

Evangelio del Día

Evangelio según Marcos 1, 29-39

En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama, con fiebre, y enseguida le avisaron a Jesús. Él se le acercó, y tomándola de la mano, la levantó. En ese momento se le quitó la fiebre y se puso a servirles. 

Al atardecer, cuando el sol se ponía, le llevaron a todos los enfermos y poseídos del demonio, y todo el pueblo se apiñó junto a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó a muchos demonios, pero no dejó que los demonios hablaran, porque sabían quién era él. 

De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar. Simón y sus compañeros lo fueron a buscar, y al encontrarlo, le dijeron: “Todos te andan buscando”. Él les dijo: “Vamos a los pueblos cercanos para predicar también allá el Evangelio, pues para eso he venido”. Y recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando a los demonios. 

Palabras del Santo Padre

El Evangelio de hoy comienza con el diablo que ha sido expulsado y termina con el regreso del diablo. San Pedro nos lo dice: "Es como un león voraz, que ronda buscando a quien devorar". Es así. "Pero, padre, ¡eres un poco anticuado! Nos asustas con estas cosas". -No, yo no. Es el Evangelio. Y no son mentiras: ¡es la Palabra del Señor!- Pidamos al Señor la gracia de tomar estas cosas en serio. Jesús vino a luchar por nuestra salvación. ¡Él ha vencido al diablo! ¡Por favor, no hagamos negocios con el diablo! Siempre busca regresar a casa para retomar posesión de nosotros...¡No relativices, ponte listo! ¡Y permanece siempre con Jesús! (Santa Marta -11 de octubre de 2013)