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Monseñor Antonio Staglianò Monseñor Antonio Staglianò 

Staglianò: "La reforma del Papa lleva al corazón de la misión de la Academia de Teología".

El presidente del organismo explica cómo está cambiando la Academia Pontificia creada a principios del siglo XVIII: "Con el reciente 'Motu proprio' de Francisco, está adquiriendo los rasgos de un poliedro. Nuestro objetivo es poner la teología al servicio de la evangelización". La modificación de los estatutos prevé también la creación de un Consejo de Estudios Superiores

Federico Piana - Ciudad del Vaticano

Cinco meses después de la reforma deseada por el Papa, la Pontificia Academia de Teología (PATH) entra cada vez más en el corazón de su revolución. Fue el 1 de noviembre del año pasado cuando el Pontífice, con el Motu proprio Ad theologiam promovendam, aprobó los nuevos estatutos y trazó nuevos y apasionantes horizontes para el organismo de la Curia romana -fundado a principios del siglo XVIII por Clemente XI-. En primer lugar, impulsar la reflexión teológica hacia un cambio de paradigma: "Una valiente revolución cultural que la comprometa a ser una teología fundamentalmente contextual, capaz de leer e interpretar el Evangelio en las condiciones en que viven los hombres y las mujeres", escribió el Papa. A partir de aquí, explicó Francisco, "la teología no puede sino desarrollarse en una cultura del diálogo y del encuentro entre tradiciones y saberes diversos, entre confesiones cristianas y religiones diferentes, confrontándose abiertamente con todos, creyentes y no creyentes".

En el corazón de la misión

En esencia, representa esa "teología sapiencial" que siempre ha inspirado a monseñor Antonio Staglianò, presidente del PATH, según el cual "el Motu proprio del Papa nos lleva al corazón de nuestra misión, permitiéndonos cambiar la estructura de nuestra academia con el objetivo prioritario de poner la teología al servicio de la evangelización". Una elaboración del pensamiento teológico que, señala el obispo, "no abandona las instituciones académicas, sino que tiene la capacidad de llegar a las periferias existenciales, como son las parroquias".

Tres caras para un poliedro

La nueva Academia Pontificia adquiere cada vez más la apariencia de un poliedro en el que dominan tres características fundamentales: la cara científica, la cara sapiencial y la cara solidaria. "Todo esto -afirma monseñor Staglianò- no resta unidad a la Academia, que, sin embargo, adquiere más matices, más facetas. Esta es la imagen que tanto le gusta al Papa Francisco".

El rostro académico

El PATH científico es la cara de la academia que siempre ha estado ahí. Pero, confirma el presidente, "se enriquecerá con la presencia de nuevos académicos, muchos de ellos jóvenes, que aumentarán en número hasta los 55". Además, estará más internacionalizada con la presencia de expertos llamados de todos los rincones del mundo". Otras novedades serán la inclusión de mujeres teólogas y el recurso a personas competentes de otras confesiones religiosas. Pero hay algo aún más interesante, dice monseñor Staglianò: "Es la creación, prevista por los nuevos estatutos, de un Consejo de Estudios Superiores. En este Consejo, a través de figuras llamadas 'Interlocutores Referentes', podremos injertar competencias que no son directamente teológicas, sino que provienen de otros saberes científicos. Serán principalmente laicos con los que trabajaremos para que la teología entre en sinergia dentro de un proceso de interdisciplinariedad".

El rostro sapiencial y el rostro solidario

El rostro sapiencial y el rostro solidario son los nuevos rostros que surgen directamente de Ad theologiam promovendam. "Porque -sostiene Staglianò- Francisco sostiene que la teología futura debe estar más encarnada en la vida de la gente. Habla de una teología que debe saber de la carne para dejar claro que "la teología no debe estar destinada al pensamiento abstracto, sino que debe iluminar las cuestiones oscuras de la existencia humana". De ahí que habrá Cenáculos Teológicos en los que se explorará la Palabra de Dios y la vida de los seres humanos.  "Tendrán lugar", concluye el presidente, "no sólo en las parroquias, sino también en lugares de profundo sufrimiento, como las cárceles. Al fin y al cabo, la caridad teologal es implicarse con alma y corazón en una aventura de amor que incluye al otro, al más sufriente, al más marginado".

 

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03 abril 2024, 11:31