Libertad religiosa, Cardenal Ayuso: El camino a seguir es el de la fraternidad
Amedeo Lomonaco - Ciudad del Vaticano
"El ejercicio de la religión, por su propia naturaleza, consiste ante todo en actos internos voluntarios y libres, por los que el ser humano se dirige inmediatamente hacia Dios: y tales actos por una autoridad meramente humana no pueden ser ni mandados ni prohibidos". Este pasaje de la Declaración sobre la Libertad Religiosa "Dignitatis Humanae" es uno de los puntos del videomensaje del cardenal Ayuso Guixot, prefecto del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso, enviado a la Conferencia Ministerial sobre la Libertad de Religión o de Credo (FoRB), inaugurada en Londres. El evento fue promovido por el gobierno del Reino Unido y contó con la participación de varios líderes religiosos. El subsecretario del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso, el padre Paulin Batairwa Kubuya, asistió a la conferencia en nombre de la Santa Sede.
El extremismo y el vacío de ideales
En el videomensaje, el cardenal subraya que no se puede prohibir a las personas que expresen su fe, siempre que esta expresión respete el bien común. El extremismo y el fundamentalismo, recuerda el cardenal Ayuso Guixot, encuentran un terreno fértil no sólo en la instrumentalización de la religión, sino también en el vacío de los ideales y la pérdida de la identidad. Fenómenos que afectan dramáticamente a muchas sociedades, especialmente a las "desarrolladas". Este vacío de sentido genera fácilmente miedo, que luego lleva a ver al otro como una amenaza y un enemigo.
El prefecto del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso también recuerda que el Papa Francisco señala el camino de la fraternidad humana como la vía a seguir en nuestro tiempo. El Documento sobre la Fraternidad Humana por la Paz Mundial y la Convivencia Común y la Carta Encíclica Fratelli tutti son una base sólida, explica el cardenal, para ver a la humanidad como una sola familia y a todas las personas como hermanos y hermanas.
Al servicio de la paz
En la carta encíclica Fratelli tutti, subraya el cardenal Ayuso Guixot en el videomensaje, el Pontífice dedica especialmente un capítulo a las religiones al servicio de la fraternidad. " Las distintas religiones -escribe el Papa- a partir de la valoración de cada persona humana como criatura llamada a ser hijo o hija de Dios, ofrecen un aporte valioso para la construcción de la fraternidad y para la defensa de la justicia en la sociedad. El diálogo entre personas de distintas religiones no se hace meramente por diplomacia, amabilidad o tolerancia. Como enseñaron los Obispos de India, «el objetivo del diálogo es establecer amistad, paz, armonía y compartir valores y experiencias morales y espirituales en un espíritu de verdad y amor”. Asimismo, concluye el cardenal, el diálogo con los Estados y sus instituciones puede conducir a un mayor entendimiento, al compromiso de trabajar juntos por la paz y a un auténtico desarrollo.
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