El Papa inaugura Sínodo de los jóvenes: Espíritu Santo nos dé la capacidad de soñar
María Cecilia Mutual - Ciudad del Vaticano
“Que el Espíritu nos dé la gracia de ser Padres sinodales ungidos con el don de los sueños y de la esperanza para que podamos, a su vez, ungir a nuestros jóvenes con el don de la profecía y la visión”: fueron las palabras del Papa Francisco en la misa inaugural de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que centrará sus trabajos en “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, tema de la Asamblea.
Obispos capaces de soñar y contagiar esperanzas
En una soleada plaza de San Pedro, Francisco se dirige a los presentes congregados invocando, al comienzo de la homilía, al Espíritu Santo para que, en este "momento de gracia" que es el Sínodo, "ayude a hacer memoria y a reavivar las palabras del Señor" y suscite "el ardor y la pasión por Jesús". “Memoria que puede despertar y renovar en nosotros la capacidad de soñar y esperar. Porque sabemos – asegura el Papa - que nuestros jóvenes serán capaces de profecía y visión en la medida en que nosotros, ya adultos o ancianos, seamos capaces de soñar y así contagiar y compartir los sueños y esperanzas que llevamos en nuestros corazones”.
No dejarse asfixiar por los propios límites
El Papa reza al Espíritu para que los Padres sinodales no se dejen "asfixiar y aplastar por los profetas de calamidades y del infortunio" o por sus propios "límites, errores y pecados", sino que sean capaces "de encontrar espacios para inflamar el corazón y discernir los caminos del Espíritu".
Afectuosa bienvenida a los obispos de China Continental
Después de haber dado una "cálida bienvenida" a los dos obispos de China Continental que "por primera vez" pueden participar en un Sínodo, el Papa espera que este "nuevo encuentro eclesial" pueda ser "capaz de ensanchar horizontes, dilatar el corazón y transformar aquellas estructuras que hoy nos paralizan, nos separan y nos alejan de nuestros jóvenes, dejándolos a la intemperie y huérfanos de una comunidad de fe que los sostenga, de un horizonte de sentido y de vida (cfr. Exhortación a los Apóstoles Evangelii Gaudium, 49)".
Romper con el conformismo del "siempre ha sido así"
"La esperanza nos desafía -dice el Papa-, nos moviliza y rompe el conformismo del ‘siempre ha sido así’, y nos pide que nos levantemos para mirar de frente el rostro de los jóvenes y las situaciones en las que se encuentran. La misma esperanza nos pide que trabajemos para revertir las situaciones de precariedad, exclusión y violencia a las que están expuestos nuestros muchachos.
No dejar solos a los jóvenes en manos de mercantes de muerte
Los jóvenes, fruto de muchas de las decisiones tomadas en el pasado, nos llaman a asumir junto con ellos el presente con mayor compromiso y a luchar contra lo que de alguna manera impide que sus vidas se desarrollen con dignidad. Nos piden y reclaman una entrega creativa, una dinámica inteligente, entusiasta y esperanzadora, y que ‘no los dejemos solos’ en manos de tantos mercaderes de la muerte que oprimen sus vidas y oscurecen su visión.
Alertas ante la lógica de la autopreservación
Francisco pide a los Padres sinodales que se escuchen unos a otros “para discernir juntos lo que el Señor está pidiendo a su Iglesia". Y esto – señala el Pontífice - requiere estar alertas y velar para que no prevalezca la lógica de la autopreservación y la autorreferencialidad, que termina convirtiendo en importante lo superfluo y haciendo superfluo lo importante".
Escuchar a Dios, para no caer en posturas eticistas o elitistas
Es necesario "escuchar a Dios, escuchar con él el clamor del pueblo; escuchar al pueblo, hasta respirar en él la voluntad a la que Dios nos llama" (cf. Discurso en la vigilia de oración de preparación al Sínodo sobre la Familia, 4 de octubre de 2014). Hay que evitar la "tentación de caer en posiciones eticistas o elitistas y también en la atracción por ideologías abstractas que no se corresponden nunca con la realidad de nuestro pueblo.
La luz que alumbra el porvenir de los jóvenes
El Papa cita el Mensaje a los jóvenes de Pablo VI al final del Concilio Vaticano II, en los años '60: "Durante cuatro años la Iglesia ha trabajado para rejuvenecer su rostro, para corresponder mejor al designio de su fundador, el gran Viviente, Cristo, eternamente joven. Y al final de esta impresionante "reforma de vida", se dirige a vosotros: es para vosotros, jóvenes, sobre todo para vosotros, que la Iglesia con su Concilio acaba de encender una luz, luz que alumbrará el porvenir, vuestro porvenir”. Y concluye:
El saludo del Papa a los 30 peregrinos chinos y vietnamitas
Antes de llegar al atrio de la Basílica de San Pedro para la celebración, delante de la capilla de la Piedad, el Papa Francisco quiso saludar personalmente a 30 peregrinos, chinos y vietnamitas, que actualmente viven también en Filipinas y América del Norte, llegados a Roma por la peregrinación promovida por la congregación de San Juan Bautista - fundada por el misionero belga Vincent Labbe - con ocasión de la celebración de los 90 años de misión al servicio del pueblo chino.
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