Un Dios que no se detiene ni se venga a pesar de nuestros errores es la gran novedad del cristianismo, el Papa
[ Audio Embed Discernimiento del Papa]
Reflexionando sobre la liturgia del domingo 8 de octubre, que propone la parábola de los labradores homicidas, a quienes el propietario arrienda la viña que había plantado y luego se va, poniendo a prueba la lealtad de los labradores. (cf. Mt 21.33 a 43). Francisco dijo que estos en vez de custodiarla, hacerla fructificar y entregar la cosecha al dueño, asumen una actitud posesiva: no se consideran simples gestores, sino propietarios, y se niegan a entregar la cosecha. Maltratan a los sirvientes, hasta el punto de matarlos. El dueño se muestra paciente con ellos, pero también matan a su hijo pensando que así habrían podido tener su herencia.
Y aquí el Papa afirmó: “Esta es la gran novedad del cristianismo: un Dios que, aunque decepcionado por nuestros errores y nuestros pecados, no rompe su palabra, no se detiene y sobre todo no se venga.
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