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Inundaciones en Brasil Inundaciones en Brasil  (AFP or licensors)

Inundaciones en Brasil, Spengler: Llevamos ayuda entre mil dificultades

Monseñor Jaime Spengler habla de la catástrofe medioambiental que golpeó la capital del Estado de Rio Grande do Sul, con casi 90 muertos, más de 100 desaparecidos y 150.000 personas sin hogar

Giancarlo La Vella y Silvonei Protz - Ciudad del Vaticano

Las primeras ayudas para el Estado brasileño de Rio Grande do Sul llegarán de Argentina. El gobierno de Buenos Aires ha anunciado que enviará al país agentes de la policía federal, expertos en logística, unidades caninas, un avión, tres helicópteros, equipos médicos móviles con personal sanitario, buzos tácticos de la Marina, unidades de ingeniería, dos plantas potabilizadoras de agua y pastillas potabilizadoras. La intervención del país vecino es muy necesaria dada la gran dificultad con la que se mueve la maquinaria de socorro interna en una zona devastada por las lluvias torrenciales que azotan el estado desde hace días.

Toda una región aislada

Rio Grande do Sul, con su capital Porto Alegre, está completamente inundada como consecuencia de las excepcionales lluvias de los últimos días, que han aislado prácticamente todos los grandes núcleos de población. El aeropuerto de Porto Alegre también está inundado y permanecerá cerrado, por decisión de las autoridades, al menos hasta el 30 de mayo. En todo el territorio, la red de carreteras también está comprometida por el momento. El balance de la ola de mal tiempo es grave: casi 100 muertos, otros tantos desaparecidos y decenas de miles de familias sin hogar. Stefano Calcara, empresario italiano desde hace 25 años en Porto Alegre, subraya a Radio Vaticano-Vatican News lo imprevisible de lo sucedido.

Ha habido daños muy graves en la agricultura y la ganadería -denuncia Stefano Calcara-, que están repercutiendo negativamente en los comercios, donde empiezan a faltar alimentos. Lo mismo ocurre con las gasolineras -subraya-, donde el combustible no llega desde hace días.

Albergar a los sin techo

La primera urgencia es ahora, además del recuento de las víctimas, dar cobijo a los que se han quedado sin hogar. De hecho, es inminente otra perturbación, que podría agravar la ya difícil situación. La Iglesia local, afirma el arzobispo de Porto Alegre, monseñor Jaime Spengler, en una entrevista concedida al programa brasileño de Radio Vaticano - Vatican News, está movilizada para acoger a quienes se han quedado sin nada y necesitan comida, agua, artículos de primera necesidad y, sobre todo, un techo.

Las parroquias han habilitado habitaciones como dormitorios para los damnificados. Colegios, asociaciones deportivas y otras organizaciones han hecho lo mismo. Pero lo más importante, subraya monseñor Spengler, es expresar cercanía y solidaridad con quienes han perdido seres queridos y bienes. En cualquier caso, la movilización es general y se espera que las condiciones meteorológicas mejoren para que pueda lanzarse un esfuerzo de socorro generalizado en todo el territorio del Estado de Rio Grande do Sul.

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07 mayo 2024, 15:53