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Campo de desplazados en Yuba Campo de desplazados en Yuba 

Los desplazados de Yuba, la fe que vence al odio y la venganza

Viaje al campamento Idp de la capital, cuyos habitantes se encontrarán con el Papa por la tarde en el Freedom Hall. Fray Federico Gandolfi: "Francisco representa la esperanza con mayúsculas para esta gente que no tiene absolutamente nada y sin embargo sonríe, porque da importancia a las cosas que valen la pena, al encuentro con el otro".

Francesca Sabatinelli - Yuba

En un campo de desplazados como el de las afueras de Yuba, la vida de un niño vale menos de 15 dólares, lo que equivale al coste de los medicamentos contra la malaria que aquí salvarían muchas vidas, pero en cambio se pierden. Del mismo modo que salvaría la vista de muchas personas que la han perdido a causa de las bacterias presentes en el agua de los riachuelos en los que se lavan. No es fácil contar la vida de 33.000 personas hacinadas en un campo para desplazados internos, entre tiendas de campaña remendadas y chabolas de hojalata. Son desplazados internos, probablemente lo han perdido todo, incluso más de una vez en su vida: casas, tierras, bienes preciados como el ganado, pero sobre todo vidas humanas, las de familiares, amigos, asesinados por la locura de la violencia y el odio.

Campo de desplazados en Yuba
Campo de desplazados en Yuba

Los niños, sedientos de agua fresca y la mayoría de las veces con signos evidentes de desnutrición, corren con los pies descalzos, heridos y sucios, entre basura, trozos de vidrios y hierros oxidados, y nunca han salido de este recinto. El campamento, creado en 2013, ya no está supervisado por las Naciones Unidas; en él se han refugiado quienes huyeron de la guerra en el norte del país en años pasados, y luego de la guerra que también asoló la capital en 2016. Ahora que viven en el campo, son personas "confinadas por barreras tribales, económicas y sociales", afirma el padre Federico Gandolfi, misionero de los Frailes Menores, párroco de la parroquia de la Santísima Trinidad de Yuba, que también se encarga de la atención pastoral del campo, donde todos pertenecen a la tribu nuer, opuesta a la tribu gobernante dinka.

Campo de desplazados en Yuba
Campo de desplazados en Yuba

"Hay tantas necesidades -explica el misionero-, pero nos enseñan que se puede vivir con poco y que se puede vivir tranquilo, eso es lo que siempre me sorprende". Desde el punto de vista médico, la asistencia aquí en el campo es prácticamente nula, no pueden ir a los hospitales, la tasa de mortalidad es muy alta, tanto entre los niños como entre los adultos, por enfermedades que en otros lugares o ya no existen o serían muy fáciles de tratar". Las nuevas generaciones que han crecido en el campo sólo hablan su propia lengua, no han aprendido el árabe, que se habla habitualmente, ni el inglés, que es la lengua oficial, todo lo cual dificultará algún día aún más el proceso de integración, y sin embargo, continúa el padre Gandolfi, "ves niños alrededor y gente que, a pesar de todo, sonríe y sigue adelante con esperanza". Y el Papa, que por la tarde se reunirá con algunos de los evacuados del campo en el Freedom Hall junto con otros llegados de otras partes del país, representa, dice, "la esperanza con mayúsculas para estas personas que no tienen absolutamente nada y sin embargo sonríen, porque dan importancia a las cosas que merecen la pena, al encuentro con el otro". "Aquí sonríen por las relaciones que tienen y Francisco viene a confirmar una relación fundamental que se basa en la fe".

Campo de desplazados en Yuba
Campo de desplazados en Yuba

A pesar de los horrores, a pesar del luto, de las heridas físicas y demás, los desplazados del campo de Yuba hablan de reconciliación y de paz, dicen que su esperanza es que un día vuelvan a ser un pueblo unido, no hay lugar en sus corazones para el odio y el deseo de venganza. "Es la fe -continúa el clérigo-, saben que la reconciliación es la única manera de garantizar un futuro a sus hijos. Para los misioneros, los únicos que siguen a los desplazados en el campo, dentro del cual hay varias parroquias, tanto católicas como protestantes, no siempre es fácil tener una visión positiva del futuro de estas personas que, sin embargo, señala Fray Federico, "nos enseñan que la vida sigue, saben que el futuro puede ser hermoso, que depende mucho de ellos, por eso dan importancia a cosas fundamentales, como su pueblo y su unidad".

Campo de desplazados en Yuba
Campo de desplazados en Yuba

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04 febrero 2023, 12:50