Buscar

Nigeria, foto de archivo Nigeria, foto de archivo 

Inseguridad alimentaria para 124 millones de personas. Nuevo informe y testimonio

Un nuevo informe pone de manifiesto que 124 millones de personas en 51 países padecen niveles elevados de inseguridad alimentaria.

Fue presentada la nueva relación global sobre las crisis alimentarias: empeorada la situación a causa de los conflictos, e instabilidad en Myanmar, Noreste de Nigeria, República Democrática del Congo, Sudán del Sur y Yemen. El Testimonio de un sacerdote nigeriano

Giada Aquilino – Ciudad del Vaticano

Son 124 millones las personas que en 51 países del mundo se han visto afectadas por la inseguridad alimentaria aguda en 2017. Lo revela la nueva edición del Informe mundial sobre crisis alimentarias, presentado en Roma por la ONU y la Unión Europea, que pone en evidencia que son once millones más, respecto al 2016, las personas con un nivel de hambre tan severo que representa una amenaza inmediata para la vida o los medios de subsistencia de las personas.

Guerras y fenómenos climáticos extremos

Tal como revela el informe, “este aumento se debe en gran parte a los conflictos nuevos o que se han intensificado en Myanmar, el noreste de Nigeria, la República Democrática del Congo, Sudán del Sur y Yemen. Las sequías prolongadas resultaron también en malas cosechas consecutivas en países ya enfrentados a niveles elevados de inseguridad alimentaria y malnutrición en África oriental y austral”.

La situación en el Noreste de Nigeria

En particular en el noreste de Nigeria la crisis fue generada por las violencias de Boko Haram debido a que en los últimos 5-6 años, los agricultores “no han tenido la posibilidad de cultivar los campos, precisamente a causa del conflicto con los extremistas islámicos”, subraya el padre Patrick Alumuku, director de comunicación de la arquidiócesis de Abuja.

El noroeste de Nigeria es considerado el epicentro de las acciones terroristas cometidas por Boko Haram, que desde el 2009 han provocado al menos 20 mil muertes.

“Los terroristas han destruido los campos por lo que toda la zona ha tenido que echar mano a la importación de otras partes del país”. Estamos hablando – subraya el sacerdote – de una zona poblada por 40 millones de personas.  Continúan pues los ataques, las incursiones y los secuestros por parte de los extremistas, que en las últimas horas han liberado a las 101 estudiantes secuestradas el pasado 19 de febrero. Y también se reportan traspasos hacia Camerún y Chad.  “No es coincidencia que el informe sobre las crisis alimentarias también cite a Chad a propósito de la falta de alimentos: los Boko Haram cruzan la frontera cuando son atacados en Nigeria”, agrega el director de comunicaciones de la arquidiócesis de Abuja.

El rol de la Iglesia nigeriana

El padre Alumuku recuerda que en esta situación, los obispos nigerianos se han dirigido a Maiduguri, la ciudad más importante y poblada del área, capital del Estado federal de Borno, y también hacia la frontera con Camerún, para llevar ayudas humanitarias a la población, para encontrar a los refugiados y animarlos. La presencia de la Iglesia – concluye – es fundamental: en Nigeria la Iglesia es atacada a menudo, pero sigue trabajando sin cesar.

Escuche y descargue el servicio

Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí

23 marzo 2018, 11:21