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"La violencia, venga de donde venga, debe encontrarnos unidos, mirando hacia adelante, y con la fortaleza necesaria para que el Ecuador sea lo que siempre ha sido, un lugar de paz, de trabajo, de fraternidad". (Conferencia Episcopal Ecuatoriana) "La violencia, venga de donde venga, debe encontrarnos unidos, mirando hacia adelante, y con la fortaleza necesaria para que el Ecuador sea lo que siempre ha sido, un lugar de paz, de trabajo, de fraternidad". (Conferencia Episcopal Ecuatoriana)

Ponce León: El pueblo ecuatoriano quiere protección y tranquilidad

El rector de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador analiza el contexto de violencia en la nación y se hace eco del clamor de la población por la paz y la concordia.

Vatican News

Ante la crisis de seguridad que vive el Ecuador, la mayor preocupación del ciudadano común es ser protegido por el Estado para poder vivir, estudiar y trabajar, “pero no lo queremos para mañana o para dentro de seis meses, sino esta noche, mañana y todo el día”. Es la constatación del padre Fernando Ponce León SJ, rector de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, quien detalla la expansión del narcotráfico en el país.

“Lo que sentimos es que la víctima principal de este conflicto es la sociedad civil, somos víctimas de esta violencia que se va generando”, añade el presbítero e insiste que el ciudadano quiere protección y tranquilidad.

Escucha, descarga y comparte la entrevista al P. Ponce León SJ


Teniendo en cuenta la reciente asunción del nuevo gobierno del presidente Daniel Noboa, el académico considera que aún no se puede establecer si los resultados son suficientes. “Tendremos que ir viendo con el tiempo, el camino de salida es muy complejo porque la situación es igualmente difícil”, sostiene. Para el sacerdote, los analistas más serios coinciden en la necesidad de impulsar políticas públicas integrales. También subraya la importancia de una respuesta militar de control a la represión.

Asimismo, de acuerdo con Ponce León, es preciso mejorar los controles financieros, identificar la forma en que se hace el lavado de dinero e impulsar medidas para quitar la base social a las bandas de narcotraficantes.

A su vez, considera que el gobierno debe realizar un trabajo comunicacional para mantener una narrativa firme contra la violencia y el narcotráfico, pero alejada de todo discurso antiderechos.

En este escenario, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana recuerda que el Ecuador es un país de fe. "Desde niños aprendimos que todos somos hermanos llamando Padre a Dios", reza un post del Episcopado difundido en la red social X. "A Él le confiamos, una vez más, la integridad de cada ecuatoriano de bien y la estabilidad del Estado como garantía de que la paz volverá lo antes posible", finaliza el texto.


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12 enero 2024, 14:00