Migrantes Tijuana. Mons. Moreno Barrón: será necesaria la ayuda internacional
Griselda Mutual - Ciudad del Vaticano
Son exorbitantes los números que reflejan la magnitud del problema migratorio que tiene lugar en el estado de Baja California y principalmente en Tijuana: alrededor de 8500 migrantes han llegado a la zona desde octubre. De los que están en Tijuana, unos 2600 se encuentran en El Barretal, otros 3000 migrantes están distribuidos entre el Polideportivo Benito Juárez –desalojado por motivos de salubridad – y en otras soluciones de hospedaje, -hay un número consistente que no se sabe dónde se encuentran-, y unos 700 se encuentran en los distintos albergues de la Arquidiócesis de Tijuana. Así lo informó el Arzobispo de Tijuana, Monseñor Francisco Moreno Barrón, en los micrófonos de Vatican News.
Se trata de una realidad que según Mons. Moreno Barrón, “se va a prolongar por meses, quizá más de un año”. Por ello la Iglesia Católica ha convocado -como respuesta al pedido del Papa Francisco a los obispos que enfrentan estas realidades - un bloque de organismos eclesiales para ofrecer un mejor servicio a los hermanos migrantes. Un verdadero “signo de unidad” para mostrar el rostro de la iglesia solidaria frente a los más pobres y necesitados.
El Arzobispo de Tijuana explica que el Barretal, el lugar adonde están siendo alojados los migrantes tras el cierre de la unidad deportiva Benito Juárez el primero de diciembre debido a las condiciones sanitarias, “es un lugar más limpio y el gobierno lo está acondicionando”:
“Lo ha tomado por su cuenta el gobierno federal porque el gobierno municipal fue rebasado en sus posibilidades. Lo están acondicionando para que realmente sea un lugar más digno para los migrantes. También la alimentación está siendo ofrecida por el gobierno federal con apoyo de la comunidad social”, añade.
La Iglesia ofrece hospedaje, alimentos y servicios de salud
Monseñor Francisco explica que los alimentos los reciben sobre todo los padres scalabrinianos y salesianos con apoyo de algunas instituciones sobre todo del extranjero o de México, mientras que el resto de las casas reciben apoyo directamente de la comunidad de Tijuana: “ahora mismo las parroquias haciendo llegar sus apoyos directamente a estas instancias, como a Caritas Tijuana, desde donde se distribuyen a los diferentes albergues”, explica.
Tijuana no es antiinmigrante
“Eso fue sobre todo al principio, por parte de algún grupo de Tijuana como por parte de algunos migrantes. Fueron pocos comparados con la gran mayoría que no se vieron involucrados en esto. Esto dio una mala imagen de Tijuana, pero no es justo que le se le tilde de antinmigrante, porque Tijuana tiene rostro e identidad migrante de toda la vida. Siempre se ha acogido aquí a los migrantes que van de paso y muchos también se quedan a vivir aquí”.
“Lo que sucedió fue que nos tomó por sorpresa esta numerosa caravana: eran muchos y tampoco querían separarse, querían estar todos juntos, y naturalmente los vecinos se vieron afectados en sus derechos. El problema más delicado fue cuando tomaron la garita de San Ysidro, y el gobierno norteamericano tuvo que cerrar la garita, lo cual creó un enorme problema para la ciudadanía de Tijuana, porque en esta frontera diariamente cruzan 240 mil personas por trabajo, unos 60.000 vehículos y 10 mil camiones: es la frontera más transitada del mundo. Naturalmente que al cerrar la Garita esto creó un problema social, económico, y afectó los intereses de mucha gente, por eso la comunidad de Tijuana lo ha resentido. Sin embargo ya no se han dado confrontaciones. Creo que ha reinado ahora la mesura. Tijuana sigue apoyándolos y ellos creo que están haciendo su propia reflexión”.
Hay líderes que no ayudan al buen comportamiento
“También hemos hecho un llamado a los migrantes, primero para que respeten las leyes de México, segundo para que valoren lo que se les ofrece y lo cuiden y agradezcan; y tercero para que ellos colaboren para que en Tijuana haya un clima de paz , respeto y de prosperidad”.
Bolsa de trabajo para los migrantes en Tijuana
En relación a los migrantes que han decidido regresar a sus respectivos países, Monseñor Moreno Barrón confirma que de hecho ya salió un avión con migrantes, otros van por tierra y "hay un buen número” de ellos suscrito para hacer el retorno digno. Y señala la creación de una bolsa de trabajo: “Tijuana tiene en este momento 7mil empleos disponibles de 60 empresas, de manera que trabajo hay, gracias a Dios en abundancia. Para el caso de los migrantes que tomaron la decisión de permanecer aquí, el gobierno les está ofreciendo los documentos que necesitan para poder acceder a un trabajo de una manera regular en México”.
Se trata de una posibilidad que “hay que valorar”, dice el Arzobispo: “se les ha abierto un abanico de posibilidades a los migrantes, y la gran mayoría las está aprovechando”. Sólo hay un buen número que se han dispersado y no se les ubica – advierte -, y otros que no han querido abandonar el albergue anterior, no obstante las autoridades tienen que despejar esa área sobre todo por cuestiones de salud”.
Necesario que EE.UU. y México colaboren para apoyar a países en crisis
“Si EE.UU. y México invierten para apoyar a estos países con la colaboración responsable de sus propios gobiernos desde luego que bajará mucho la migración, y los que migren lo podrán hacer de una manera ordenada y digna”.
Sólo un 4 por ciento accede al asilo en EE.UU.
“Cuando llegó la caravana más numerosa a Tijuana ya había 2800 solicitudes de migrantes extranjeros mexicanos que habían presentado a Estados unidos la solicitud de asilo. Al llegar este grupo de migrantes, naturalmente se sumó a los anteriores, y ahorita debe haber cerca del doble, más de cuatro mil anotados. Pero el Gobierno norteamericano está concediendo el ingreso de manera muy lenta. Y cuando logran pasar, sabemos que están recluidos dos, tres semanas y hasta mes, mes y medio, mientras les investigan. Y al final de cuentas el drama: de cada cien personas, sólo ingresa un cuatro por ciento”.
A los migrantes les faltó información
Y, ¿cómo funciona el procedimiento? Preguntamos: “Los migrantes solicitantes de asilo se anotan en una lista y el gobierno les va dando el acceso como lo decide”. “Es muy lenta la aceptación y repito, sólo el cuatro por ciento, antes de este movimiento migratorio fuerte, se le concedía el asilo y todos los demás eran deportados”.
Algo que hace ver, subraya el arzobispo, “que hay muy pocas esperanzas”. Y lo triste que señala el prelado es que “mucha gente que viene en las caravanas migrantes viene con una completa ignorancia”:
“Algunos creían que iban directamente a Estados Unidos y nunca se imaginaron lo que está sucediendo. De manera que no sólo faltó información sino que muchos vinieron engañados. Es una situación muy triste. Sin embargo creo que ya en este momento ellos están aterrizando en la realidad, y están encontrando una amplia orientación aquí por parte del gobierno y de la Iglesia en Tijuana”.
Es peligroso ponerse en manos de los traficantes
“Desde luego que sí, pero insisto en que en este momento no sólo es peligroso sino es prácticamente imposible que puedan pasar por la gran vigilancia que tiene el gobierno norteamericano. Desde luego nosotros tratamos de disuadirlos, sobre todo porque entre ellos se encuentran mujeres y niños”.
Será necesaria la ayuda internacional
“Lo primero que pedimos es la solidaridad en la oración, porque la oración tiene un impacto tremendo en la presencia de Dios, para que ilumine mentes y toque corazones, y se abran prerrogativas de solución de fondo a esta condición migrante que se vive aquí en la frontera”.
“En segundo lugar se necesita el apoyo de las autoridades federales que con el cambio de gobierno de hace pocos días se ha hecho manifiesto, es decir, el gobierno está en este momento está asumiendo responsabilidad tanto a nivel municipal, estatal y federal, pero naturalmente por la gran cantidad de migrantes que ya están aquí y los que aun van a llegar, será muy necesaria la ayuda internacional sobre todo de estos organismos que se solidarizan cuando se presentan estos eventos digamos extraordinarias”.
“Finalmente la iglesia sigue pidiendo gestos de solidaridad de la propia gente de Tijuana. Invitamos a no dar marcha atrás en la actitud que hemos asumido de acudir de corazón y brazos abiertos a nuestros hermanos migrantes: ellos no son una amenaza para nosotros, ellos no nos van a quitar nuestras fuentes de trabajo, ellos van a enriquecer la comunidad social”.
“Necesitamos hacer a un lado y encauzar esas expresiones de conflicto que se dieron para que no se vuelvan a presentar, y mirar siempre hacia adelante. Desde luego las autoridades tienen todo el derecho y el deber de impartir infracciones a los que cometen desorden, a los que delinquen, pero son una minoría frente a la gente noble y necesitada que reclama ayuda”.
“Abramos nuestras manos y nuestro corazón a nuestros hermanos migrantes reconociendo en ellos el rostro sufriente de Cristo Jesús”, exhorta finalmente el arzobispo.
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